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POLITICA

Economistas del PRD dicen datos confirman modelo actual acentúa pobreza y desigualdad

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Departamento Economia del PRDEl Departamento Nacional der Economía del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) aseguró que conforme cifras recientes del Banco Mundial y datos del Banco Central se confirma que el modelo de desarrollo implementado por los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) acentúan la pobreza, desigualdad e inequidad, por lo que se hace necesario concertar nuevas políticas.

En rueda de prensa realizada esta mañana en la Casa Nacional del PRD, los economista Yvan Rodríguez, presidente; y los integrantes del departamento Miguel Adrian Oliver, Israel Abreu, Jan Carlos Herrera y Fidias Aristy, planteron como primera medida para transformar el actual modelo, abocarnos a concertar un Pacto Fiscal, que permita un sistema tributario más simple, sencillo, con bases tributarias más amplias y que se convierta en un auténtico instrumento de crecimiento y desarrollo inclusivo.

A continuación e documento leído por Rodríguez en rueda de prensa celebrada en la casa nacional del PRD:

La semana pasada el Banco Mundial dio a conocer un documento titulado Cuando la Prosperidad no es Compartida en el que hace una seria evaluación de las inequidades del modelo de desarrollo de la República Dominicana, y en el que establece que “a pesar del fuerte crecimiento económico de la última década, aún subsisten grandes inequidades en la sociedad dominicana, inequidades que han disminuido a un ritmo menor del esperado. El PIB per cápita creció en casi un 50 por ciento del 2000 al 2011, sin embargo, muchos de los 10 millones de habitantes del país no pudieron beneficiarse de este crecimiento”.

El Departamento Nacional de Economía del Partido Revolucionario Dominicano respalda en toda su dimensión las consideraciones que sustentan el documento del Banco Mundial, pues una de nuestras demandas más importante postula por una real y profunda mejoría en el bienestar de la población, a partir de una mejor distribución del ingreso y un cambio radical en los niveles de desigualdad que exhibe la sociedad dominicana, y que constituye la verdadera causa de los males que hoy son los problemas que más afectan la tranquilidad, la paz y la seguridad ciudadanas.

La preocupación del Banco Mundial sobre los niveles de pobreza de la República Dominicana contrastan con el comportamiento del PIB real de los últimos 13 años, en el que, dicha variable económica, ha crecido sostenidamente a una tasa del 5,8% y, en términos absolutos, se ha multiplicado por 1.89 veces, al pasar de RD$220,359 millones en el año 2000 ha RD$416,724 millones en el año 2013, de acuerdo con las informaciones del Banco Central de la República Dominicana.

El comportamiento de los ingresos percibidos por cada uno de los quintiles en ese mismo periodo muestra muy claramente la disparidad que guardan las estadísticas del Banco Central con el progreso y la prosperidad. En efecto, de acuerdo con las cifras del Ente Emisor, y utilizando el mes de abril como mes base, durante el periodo 2000-2013, los dos quintiles más pobres experimentaron una reducción en sus ingresos reales, es decir, libres de inflación, en un 19.3%, a pesar de que sus ingresos nominales aumentaron en el mismo periodo en un 208%. Mientras que los otros dos quintiles menos pobres también sufrieron pérdida en el poder de compra, ya que sus ingresos reales cayeron en un 21.6%, no obstante sus ingresos nominales haberse incrementado en un 198%. Y como señala el Banco Mundial, los altos niveles de pobreza cortados al 2011 y comparado con el año 2000, constituyen el mejor testimonio de que el crecimiento económico del país se ha sustentado en un modelo concentrador, inequitativo y desigual, que promueve la pobreza y la desigualdad. En el año 2000 la pobreza total era del 32% y al finalizar el 2011 se había situado en un 40.4%, a pesar del sólido crecimiento del PIB real durante el mismo lapso de tiempo.

Por igual, la pobreza extrema aumentó de 8.1% en el año 2000 al 10.2% en el 2011. La canasta familiar que utiliza el Banco Central para medir el efecto de la inflación sobre el consumo de los cinco quintiles de la población, muestra la manifiesta desigualdad con los niveles de salario mínimo por categoría empresarial. Actualizada a enero del 2014, y utilizando el deflactor del Banco Central para calcular su costo real, el costo promedio de la canasta familiar es de RD$27,278, variando por quintil desde RD$12,133 para el quintil más pobre de la población, a RD$56,735 para el quintil más rico.

Salarios y canasta familiar

La situación se torna más grave cuando se comparan los salarios mínimos por categoría empresarial con el costo de la canasta familiar del quintil más pobre. El salario mínimo para las empresas grandes, de RD$11,298 apenas representa el 41,4% del costo promedio de la canasta familiar y el 93% del costo de su canasta familiar, que al mes de enero es de RD$12,133. El salario mínimo para las empresas medianas es de RD$7,765 y equivale al 64% del costo de la canasta de los más pobres y el 28.4% del costo promedio de la misma. Y cuando se trata del salario de las micro y pequeñas empresas, la desigualdad es más severa. Para estos sectores el salario mínimo es RD$6,880, apenas un 57% del costo de la canasta para el quintil más pobre y el 25% del costo promedio de la canasta para todos los quintiles.

Es importante destacar que los tres quintiles m[as pobre de la población gastan el 61% de todos sus ingresos en solamente tres renglones, (Alimentos y Bebidas, Vivienda y Transporte) de los 12 renglones en los que se distribuye el gasto familiar.

De acuerdo con el Banco Mundial “la República Dominicana también tiene una baja movilidad económica, con menos del 2 por ciento de la población escalando a un grupo de mayores ingresos durante la década, comparado con un promedio del 41 por ciento en la región de América Latina y el Caribe en conjunto.” Estas afirmaciones nos obligan a plantarnos la necesidad de que se adopten las políticas públicas necesarias y se fortalezcan las instituciones para enfrentar, con la voluntad política requerida, los grandes retos que tiene el país de cara al cumplimiento de las grandes metas del milenio. Por estos razonamientos constituye una imperiosa necesidad abocarnos a la elaboración de un Pacto Fiscal, que nos permita darnos un sistema tributario más simple, sencillo, con bases tributarias más amplias y que se convierta en un auténtico instrumento de crecimiento y desarrollo inclusivo.

Crecimiento de números

En la situación descrita por el Banco Mundial en su documento citado, la mayor responsabilidad cae sobre los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana, que se han sustentado en un modelo de desarrollo que favorece el aumento de la pobreza y la desigualdad, en un crecimiento solo de números y no en resultados y que ha generando fuertes distorsiones en la estructura económica, aumentando considerablemente la carga tributaria sobre los sectores productivos generadores de empleos de calidad y de los consumidores finales, han aumentado los niveles de informalidad económica, aumentado la deuda publica a los mas altos niveles de la historia y empobrecido a la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas dominicanos.

Ante esta situación, este Departamento Nacional de Economía del PRD expresa su rechazo a la forma en que los gobiernos del PLD manejan las políticas publicas, comprometiéndonos ante el pueblo dominicano con garantizarle un gobierno totalmente diferente, sustentado en un modelo de desarrollo con rostro humano, donde el recurso humano sea el centro de nuestras políticas publicas, y los sectores generadores de riqueza cuenten con nuestro apoyo en su ingente tarea de crear los empleos que permitan el verdadero desarrollo económico sustentable e incluyente. Estos planteamientos han sido sintetizados en la propuesta que de manera reiterada ha hecho al país el presidente de nuestro partido, Miguel Vargas, sobre la necesidad de instaurar un nuevo proyecto de nación en el que todos los dominicanos y dominicanas tengamos oportunidad de acceder al bienestar y la prosperidad que deben generar una sociedad inclusiva y un estado moderno.

De ahí que procedamos a realizar las reformas institucionales que favorezcan la aparición de un nuevo modelo de desarrollo económico, que privilegie los recursos humanos y que mire hacia el futuro, y por el lado del gasto publico, hacerlo mas eficiente y de mejor calidad, priorizando los gastos sociales en educación, salud, seguridad social, vivienda, agua potable y alcantarillado, así como de apoyo a la agropecuaria y al desarrollo de la infraestructura básica para el desarrollo nacional, despolitizando y eficientizando los subsidios sociales para desarrollar los programas de amplios beneficios a los sectores más desprotegidos. Asimismo alcanzar los acuerdos y consensos para garantizar que los ayuntamientos tengan los recursos necesarios para actuar como agentes del desarrollo. De esta manera la República Dominicana podrá cumplir con una de las recomendaciones del Banco Mundial que establece la necesidad de “fortalecer el acceso de los pobres al mercado laboral e incrementar la demanda por su mano de obra, de manera que se haga un uso eficiente del capital humano y facilite que los pobres se beneficien del crecimiento económico del país.”

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