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Opiniones

El Arte de la Prudencia

Publicado

en

tarjetas_alfredoPor Alfredo Cruz Polanco.-

Este título corresponde a un libro escrito por Baltasar Gracián en el año 1647, traducido a casi todos los idiomas, recomendado para los que ejercen funciones públicas, labores políticas; comunicadores sociales; empresarios, comerciantes, banqueros; administradores de justicia; legisladores, militares, transportistas, sindicalistas, maestros, profesionales independientes, etc., pues recomienda cómo proceder en la toma de decisiones y en todas nuestras actuaciones, tanto públicas como privadas.

Traemos a colación dicho libro, porque en estos momentos, nuestro país atraviesa por serias dificultades, que ameritan sea consultado para que actuemos con la prudencia requerida.

Por ejemplo, los que dirigen el Estado dominicano, deben administrar los recursos públicos con transparencia, eficiencia y honestidad, evitando el despilfarro y el enriquecimiento ilícito, pues al Estado se va a servir, no a servirse; ser comedido en cuanto al afán de acumular fortunas; que nuestros empresarios, comerciantes y banqueros, sean menos voraces e insaciables, por querer ganar cada vez más.

Que nuestros jueces y todos los que conforman el Poder Judicial, sean más racionales al aplicar justicia, pues mayormente condenan al que no tiene arraigo económico, dejando en libertad, aun con pruebas evidentes, a los verdaderos delincuentes, primando la permisividad y la impunidad.

Al momento de legislar o de ejercer el magisterio, hacerlo pensando siempre en las presentes y futuras generaciones; que la oposición ejerza su rol y haga sus reclamos, respetando siempre los derechos ciudadanos, pues hay que ser prudente hasta con el adversario. Ser menos benigno con las exenciones y más diligente con las evasiones de los impuestos, para que siendo justos, tribute más el que más tiene.

Que el oficio de comunicador no otorga derechos para insultar, difamar, injuriar y emitir juicios malsanos; que el militar está para proteger al ciudadano, no para matar; los que portan armas de fuego deben ser comedidos al utilizarlas; cuando conduzcamos un vehículo por las vías públicas, hacerlo siempre con el debido cuidado, preservando la vida de los demás.

En conclusión, si aplicáramos “el Arte de la Prudencia” en todos nuestros actos, probablemente obtendríamos el país que soñamos. ¡Seamos Prudentes, pues!

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