Ángela Merkel se perfila como ganadora de las elecciones legislativas en Europa

BERLïN– La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, poco afectada por la ola de euroescepticismo que recorre el Viejo Continente, se perfila como la gran ganadora de las elecciones legislativas europeas de esta semana.

Con una probable nueva victoria de su partido conservador (CDU/CSU) tras haber ganando en septiembre las legislativas, la única dirigente de un gran país europeo que sobrevivió a la crisis financiera merece más que nunca su apodo de “Reina de Europa”, estiman los analistas. Merkel no es candidata, pero su rostro tapiza los muros de las calles alemanas: “Juntos por el éxito en Europa”.

Los carteles de la CDU muestran a Merkel, en la cima de su popularidad, en lugar de al exprimer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, el cabeza de lista y candidato conservador a la presidencia de la Comisión Europea pero poco conocido por el público.

Según los sondeos, los alemanes -que cuentan con el mayor numero de escaños en Bruselas (96) debido a su peso demográfico- plebiscitan como futuro presidente de la Comisión Europea al socialdemócrata Martin Schulz, actual presidente del Parlamento Europeo. Pero los conservadores de Merkel tienen una decena de puntos más que los socialdemócratas (38% contra 27%), al igual que en las legislativas de septiembre que condujeron a ambos partidos a formar un gobierno de “gran coalición”.

Sin embargo, la CDU/CSU pierde un poco de terreno frente al partido Alternativa por Alemania (AFD), un pequeño partido euroescéptico de derecha creado hace poco, apunta Jens Walther, politólogo de la universidad de Düsseldorf. Un panorama sin comparación con lo que sucede en Austria, Holanda y especialmente en Francia, en donde el partido de extrema derecha, el Frente Nacional, en cabeza en las europeas. “En una perspectiva europea”, el resultado previsto en Alemania para los conservadores de Merkel “es un resultado extraordinariamente bueno”, subraya Walther.

Los alemanes “siguen apoyando la gestión de Merkel y su defensa de los intereses alemanes en la crisis del euro”, estima Julian Rappold, experto en política europea del centro de reflexión alemán DGAP. Además la economía alemana sigue mejor que la de sus vecinos. Tras ocho años en el poder, Merkel pudo comenzar su tercer mandato con la elaboración de medidas sociales (creación de un salario mínimo, mejora de las pensiones…) bajo la presión de nuevos aliados socialdemócratas, mientras que en otros países europeos se llevan a cabo políticas de austeridad.

Es cierto que las políticas promovidas por la Comisión Europea del saliente presidente José Manuel Barroso son impopulares y penalizarán a los conservadores en muchos países. Pero esto no beneficia a los socialistas, que no lograron desmarcarse. Como resultado, los conservadores y los socialistas están a la par a nivel europeo, en medio de un creciente euroescepticismo, y se prevén largas negociaciones para nombrar al sucesor de Barroso.

Si el nuevo presidente de la Comisión es un conservador, Juncker u otro, Merkel “conservará o aumentará su influencia”. Si es Schulz, u otro socialdemócrata, “tendrá que trabajar de todos modos con comisarios de otros partidos”, estima Rappold, quien piensa que no habrá un “cambio fundamental” de política. Según él, el presidente francés François Hollande no está en posición de reequilibrar la política europea de Merkel, como lo proclamó tras su elección en 2012. “Francia no va bien económicamente”, y “está ocupada con ella misma”, concluye.