Dijo que es una decisión irrevocable, y aunque aclaró que no tiene aspiraciones a ningún otro cargo electivo, ni a repostularse como diputada por el Distrito Nacional, dijo que en ese nuevo camino espera que pueda encontrar muchos políticos para construir «una gran coalición politico-social para la democracia».
Citó entre «las gotas que rebosaron la copa», la corrupción y la impunidad, y admitió que la punta del iceberg fue el procedimiento legislativo para aprobar el Código Procesal Penal (CPP) en la Cámara de Diputados, lo que la puso sobreaviso «de la gravedad de lo que puede convertirse el desconocimiento de los procedimientos y la confianza entre pares que nos debemos de los legisladores que componemos este Poder del Estado».
«He pagado altísimo el precio de haber tomado decisiones que no son del agrado de la dirigencia. Ni tengo espacio (en el PLD), ni creo que vale la pena», apuntó.