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Opiniones

El juego del poder en el marco institucional de los gobiernos

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leonardo gilPOR LEONARDO GIL.-

Decía Aristóteles que “Un estado no es una multitud de gente cualquiera reunida al azar, sino una agrupación autosuficiente para las necesidades de la vida”

Uno de los reclamos siempre vigentes de la sociedad, sobre todo en estos tiempos de cambios acelerados, es la atención que esta deba recibir de su gobierno. Entre otras funciones, el gobierno debe generar fuentes de trabajo, ofrecer viviendas dignas, garantizar la alimentación, establecer un sistema de educación adecuado, implementar un sistema de salud integral, brindar eficiencia y calidad en la prestación de los servicios públicos, generar mayor expectativa del nivel de vida, implantar medidas para garantizar un medio ambiente sano, así como ofrecer un clima de seguridad y tranquilidad social a los ciudadanos.

Sin embargo, la satisfacción de estas demandas no se ha cumplido, entre otras causa, debido a que las instituciones públicas están permeadas por una serie de vicios en su funcionamiento que desde antaño impiden realizar con mayor eficiencia el funcionamiento y operación de los mismos.

Esta situación ha generando que las demandas sociales hayan rebasado la capacidad de respuesta del gobierno, por lo que la administración pública es vista por la mayoría de los ciudadanos como lenta, ineficaz, corrupta e ineficiente; por consiguiente esto pone en juego el sistema democrático y de partidos políticos.

Creemos firmemente que cualquier mejora en la operación de los organismos públicos hacia una mayor eficiencia gerencial solo es posible si se eleva la moral de los servidores públicos a través de una adecuada profesionalización y formación ética de sus funciones, aminorando el clientelismo a la hora de ocupar un cargo público, al tiempo de lograr una aplicación ejemplificandora de las sanciones correspondientes en la violación de esos principios.

La formación del personal en cualquier organismo del poder público, ya sea del poder Legislativo, Ejecutivo, Judicial, de las entidades Municipales o de instituciones descentralizadas, es vital debido a que estos tienen un carácter eminentemente activo en la marcha y desarrollo de sus organizaciones. Al ser las instituciones de carácter público, es importante captar y formar personal con un cierto perfil, porque los fines y las tareas que estos realicen tienen un enlace mayor; el Servicio al pueblo o comunidad política a las que se deben.

El avance estructural obtenido durante los últimos anos en la Republica Dominicana, no evidencia una mejoría en la percepción pública del ciudadano sobre la debilidad de nuestras instituciones, ni en su credibilidad sobre las mismas. Sabemos que esta percepción se basa, en que las políticas públicas implementadas rebasan a la necesidad, y prioridades de la sociedad en general, debido a que las mismas son formuladas bajo el criterio del gobierno de turno, y no a la necesidad real de la comunidad.

La razón fundamental a mi entender de la ausencia de una conciencia ciudadana ética, se debe en gran manera a, que el estado Dominicano no surgió como consecuencia de las convicciones democráticas del pueblo, ni de la necesidad de fundar una sociedad igualitaria, en que el ideal de progreso y el bienestar de todos fuera el eje principal de convivencia para los Dominicanos.

En los forjadores de nuestra identidad, con algunas excepciones en el tiempo carecieron de una conciencia ética que les identificaran con el ideal de una Nación compartida, en cambio decidimos recorrer el camino tortuoso del autoritarismo y el caudillismo clientelista de los reaccionarios que se enmascararon de independentistas, y a la postre impidieron el florecimiento de un Estado de Derecho capaz de transformar la conciencia ciudadana hacia el estadio superior de una ética democrática como forma de gobierno ideal.

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