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Alerta mundial por brote de ébola, el virus más mortal de la tierra

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ebola 2Países de varios continentes aumentaron las medidas para evitar la expansión del brote de ébola en África Occidental, que ha infectado a 1.711 personas y ha matado a 932 en Guinea, Liberia, Nigeria y Sierra Leona, según la Organización Mundial de la Salud.

Alemania, Austria, Bélgica, España, Estados Unidos, Grecia, la India y México desaconsejaron viajar a esa región, mientras que otras naciones emitieron avisos para que los viajeros tomen las precauciones recomendadas por la OMS y reforzaron los controles epidemiológicos en los aeropuertos.

Marruecos intensificó las medidas de vigilancia y precaución porque, aunque no se ha registrado ningún caso, 9.500 personas han transitado por ese país en los 4 últimos meses procedentes de los países afectados.

En China, las autoridades de Nankín emprendieron medidas especiales de prevención ante la llegada de atletas de África Occidental a los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se inauguran el 16 de agosto en esa ciudad.

España anunció que tiene listo el avión que enviará a Liberia para repatriar al sacerdote Miguel Pajares, infectado por el virus del ébola y aislado en el hospital San José de Monrovia.

En la República Dominicana, el Ministro de Salud Pública, Freddy Hidalgo Nuñez, informó este miércoles que fue reforzada la vigilancia en los puertos y aeropuertos para evitar que el virus del ébola llegue al país.

Hidalgo Núñez indicó que van a seguir lo que está establecido en los protocolos y acuerdos internacionales para evitar que lleguen casos de ébola a esta nación.

¿QUE ES EL ÉBOLA?

El Ébola hace referencia a varias cepas de un mismo virus que se identificó por vez primera en seres humanos en 1976 en Sudán y en la República Democrática del Congo (RDC), en el río Ébola. Produce fiebres hemorrágicas que provocan sangrado interno y externo, similares a la fiebre de Marburg, causada por un virus afín. No existe ningún tratamiento ni vacuna.

Se cree que ciertas especies de murciélagos que viven en los bosques tropicales de África Central y Occidental son el reservorio natural del virus. Aunque son los portadores del virus, no muestran síntomas y, al parecer, infectan a monos y a seres humanos a través de sus excrementos o mordeduras. Los seres humanos también pueden adquirir el virus al entrar en contacto con animales infectados, vivos o muertos, o con otras personas contagiadas.

En la última epidemia de Ébola, a finales del verano de 2012, murieron docenas de personas en Uganda y en la RDC. Aunque el virus es muy peligro sigue siendo poco frecuente. Desde que se descubriera en 1976 se han registrado aproximadamente 2.200 casos; de los cuales, 1.500 fueron mortales.
El virus causa una fiebre intensa, cefaleas, dolor muscular, conjuntivitis y debilidad general.

Es una enfermedad poco frecuente. Las epidemias son limitadas, pero siempre causan pánico porque el Ébola es mortal entre el 25 y el 90% de los casos. Tras un periodo de incubación de 21 días, el virus causa una fiebre intensa, cefaleas, dolor muscular, conjuntivitis y debilidad general. La siguiente fase incluye vómitos, diarreas y, a veces, erupciones cutáneas. El virus se propaga por la sangre y paraliza el sistema inmunitario.

Es especialmente temible porque el organismo no detecta estos virus de inmediato. Cuando el organismo reacciona en muchos casos ya es demasiado tarde. Para entonces, el virus ha producido coágulos que obstruyen órganos vitales y causan hemorragias graves. Los pacientes pueden tener un sangrado abundante.

La enfermedad se contagia al estar en contacto con personas o animales infectados; por ejemplo, mediante la orina, el sudor, la sangre o la leche materna. Los familiares o profesionales de la salud que atienden a los pacientes corren riesgo de infectarse. La elevada tasa de mortalidad y el sangrado son tan aterradores que los profesionales de la salud llegan a huir abandonando a los pacientes.

Los ritos funerarios en los que los familiares lavan el cuerpo del difunto también son una fuente importante de riesgo de contagio en las comunidades afectadas.
La enfermedad no tiene cura

No hay cura para la enfermedad pero se puede reducir su mortalidad al tratar los síntomas. Esto incluye administrar suero a los pacientes deshidratados por la diarrea y confirmar que no han contraído otra enfermedad como, por ejemplo, malaria o una infección bacteriana como la tifoidea. Las vitaminas y los analgésicos también pueden ser útiles. Cuando la persona pierde el conocimiento y sangra copiosamente, ya no hay esperanza. Entonces, mitigamos el dolor del paciente y lo acompañamos hasta el final.
Una vez que el primer caso se confirma mediante un análisis de sangre, todos los que cuidan a un paciente infectado deben usar un traje contra riesgos biológicos, guantes, máscara y gafas protectoras, y extremar precauciones durante el tratamiento.

Generalmente, se instalan cámaras de descontaminación entre los pacientes aislados y el exterior. Para limitar la epidemia es fundamental averiguar el origen de toda la cadena de contagio. Para ello, se realiza un seguimiento de todos los que hayan tenido contacto con los pacientes y que pudieran haberse infectado y se les aísla a la primera señal de infección. Además, debe informarse a todas las comunidades afectadas sobre la enfermedad y las precauciones que deben tomar para evitar el riesgo de infección. La higiene básica, como lavarse las manos, puede reducir considerablemente el riesgo de contagio.