«Es probablemente el peor grupo posible de estados para los demócratas desde Dwight Eisenhower (presidente de Estados Unidos entre 1953 y 1961)», comentó Obama.
Según el presidente, «hay una gran cantidad de estados» con carreras muy disputadas en los que los votantes «tienden a inclinarse» hacia los republicanos.
El hecho de que en las elecciones legislativas que se celebran cada dos años se renueve únicamente un tercio del Senado hace que la distribución del mapa electoral sea «un poco arbitraria», argumentó Obama.
Además de la batalla por el control del Senado, que renueva 36 de sus 100 escaños y es el centro de la atención mediática, se vota también sobre la totalidad de los 435 miembros de la Cámara de Representantes y para elegir a los gobernadores de 36 estados.
Los últimos sondeos dan a los republicanos, además de las victorias seguras en Montana, Dakota del Sur y Virginia Occidental, muchas probabilidades de imponerse en estados disputados como Arkansas, Colorado y Luisiana, con lo que sumarían los seis escaños que les faltan para ser mayoría en el Senado.