«Nos gustaría hacer hincapié en la gravedad de los hechos cometidos por el clero polaco», dijo Domínguez Brito después de la reunión que mantuvo hoy en Varsovia con su homólogo polaco, Andrzej Seremet.
Durante su estancia en Polonia, el procurador general dominicano se reunió también con la fiscal que lleva el caso contra Gil, Malgorzata Adamjtys.
Domínguez Brito viajará mañana al Vaticano, donde se entrevistará con representantes de la justicia eclesiástica para conocer el estado del caso contra el exnuncio en Santo Domingo Jozef Wesolowski, el otro religioso polaco acusado de abusos a menores en la República Dominicana.
El procurador destacó que la Convención de Viena obliga al país a abandonar su propia investigación si la acusación ha sido trasladada a otro Estado, como sucede en el caso de Wesolowski, quien ocupaba el cargo de nuncio del Papa en la isla con estatus diplomático cuando presuntamente se produjeron los hechos.
Destacó que los procesos contra el padre Gil y Wesolowski tienen vital importancia «no sólo para Dominicana y Polonia, sino también para otros países» y subrayó que «sería una gran pena que pueda haber impunidad ante este tipo de hechos».