Ex esposa contrató sicarios para asesinar al ex narcotraficante «Oreganito»

SANTO DOMINGO.- Fue la ex esposa del confeso narcotraficante Yubel Enrique Mendez (Oreganito), quien lo mandó a matar con varios sicarios que contrató para quedarse con bienes millonarios que están a nombre de ambos.

Así lo informó ese viernes la Policía Nacional, quien dijo a través de su vocero, Jacobo Mateo Moquete, que la idea de la ex mujer de Oreganito, Clara Guillermina Márquez Hernández, planificó la muerte de Oreganito, quien fue extraditado a los Estados Unidos donde cumplió condena, junto con un abogado que también fue arrestado por la Policía.

De acuerdo al vocero policial, la mujer iba a pagar por la ejecución de Oreganito un millón 500 mil pesos.

Dijo que la mujer y otras tres personas más se encuentran detenidas, entre ellas el taxista Carlos Jesús Van Eiker Matos, quien contactó a Narciso Florentino (a) Domingo y éste a 3 elementos desconocidos con el fin de matar a Oreganito.

«De acuerdo a las investigaciones realizadas, Clara Guillermina Márquez Hernández, ex esposa de Oreganito, junto al abogado Fernando Manzueta Manzueta planearon desde enero pasado matar a Oreganito y quedarse con unos bienes que éste posee en sociedad con ella y que los administra el referido abogado, quien de acuerdo a las investigaciones mantiene una relación sentimental con ella», dijo Mateo Moquete, en rueda de prensa.

“Repetimos una señora que fue esposa de Oreganito y con quien tuvo cuatro hijos es la persona que la Policía Nacional acusa junto a la persona que administraba el determinado negocio de alias Oreganito, ”insistió.

De acuerdo con la Policía, el abogado Manzueta Manzueta contactó a una persona identificada como Alejandro Mueses Mueses para que se presentara ante Oreganito como interesado en comprarle un invernadero, ubicado en la autovía de Samaná.

Señala que Mueses y Oreganito se citaron en una plaza comercial, ubicada en la 27 de Febrero, esquina avenida Winston Churchill, para hablar del referido negocio, citación que iban a aprovechar para señarle el objetivo a los sicarios.