Gracias a Dios por permitirme 54 años de vida

Por Licda. Elena Díaz Roa (Charito).-

Hoy que he llegado a los 54 años, con la extraña sensación que he hecho mucho, aún sin hacer nada, segura de que he vivido más de la mitad de mi vida.

Momento para hacer balance, para reubicar los afectos, recuerdos, sueños postergados, ilusiones extraviadas por el camino, promesas, reafirmar mi compromiso y servicio pastoral con mi parroquia y la comunidad.

Tengo más de una cana, varias arrugas, mis conversaciones son mayormente sobre los temas de salud: menopausia, insomnio, cansancio, dolores de espalda, hipertensión, osteoporosis, la resequedad piel y otras zonas, a pesar de todo, me siento bien, satisfecha y creo que todavía soy capaz de hacer muchas cosas.

Mi palabra favorita hoy es: Gracias.

Gracias a Dios Padre Todopoderoso que me ha dado la oportunidad de cumplirlos, gracias por haberme dado la esperanza cuando mis sueños se perdían, gracias por la perseverancia de luchar cada día por alcanzar las metas y principalmente por enseñarme amarte más y más cada día. No permitas que me aleje de ti porque sin ti nada soy.

A Papa López que ha sido una bendición tenerte en mi vida, admiro como ha enfrentado grandes desafíos, la fuerza con la que has seguido adelante, siendo este buen ejemplo un estímulo para seguir adelante. Ruego a Dios fortalezca tu salud, gracias por tu amor y apoyo.

A mi inseparable cómplice Mama Rosa, por darme tu mano cuando lo necesité; por estar siempre cerca, y aun así permitir que tomara mis propias decisiones, mis propios riesgos.

A mi madre Mattys, por su ejemplo, abnegación, entrega y amor a mi padre hasta sus últimos momentos

A mi querido Papa Ney, a mis inolvidables abuelos Negro y Ñaña que toda la vida me apoyaron, a mi querida Tía Chelo, a Dona Emma, porque hoy, aunque ausentes, sus recuerdos me acompañan, me guían y me das fuerzas en los momentos difíciles.

A Doña Milagros, que me adopto como su hija, por su amor incondicional, porque siempre he contado con su apoyo y sabios consejos.

A mis amados Ramón Alberto y Joaquín Alberto por ser mis hijos, ya hombres que luchan cada día por llegar, cada uno como es; la libertad es un valor que tienen, vivirlo es de ellos; La libertad es sagrada, la experimenté en mi vida y creo que es el don más preciado que Dios nos ha regalado. Aguantan mis críticas porque soy muy exigente con los que amo, pero también deben saber que tengo mucha paciencia cuando hacen cosas que no comprendo.

A mis compañeros de labores, hermanas y hermanos de comunidad parroquial, vecinos y vecinas, amigos y amigas, colaboradores! ¡Gracias por su amistad, su confianza, su cariño, su amor! ¡Gracias por compartir conmigo esta fecha especial en mi vida!

Les invito a compartir unos de los temas más famosos de ALBERTO CORTEZ «Distancia», Canción nostálgica, que habla de la infancia, de la juventud, de los primeros amores …… https://www.youtube.com/watch?v=bOFBEBoSvEc

Viento, campos y caminos… distancia,
Qué cantidad de recuerdos
de infancia, amores y amigos… distancia,
que se han quedado tan lejos.
Entre las calles amigas… distancia
del viejo y querido pueblo
donde se abrieron mis ojos… distancia,
donde jugué de pequeño.

Un corazón de guitarra quisiera
para cantar lo que siento.

Allí viví la alegría… distancia
de aquel primer sentimiento
que se ha quedado dormida… distancia
entre la niebla del tiempo.
Primer amor de mi vida… distancia,
que no pasó del intento;
primer poema del alma… distancia,
que se ha quedado en silencio.

Un corazón de guitarra quisiera
para cantar lo que siento.

¿Dónde estarán los amigos… distancia,
que compartieron mis juegos?
¿Quién sabe donde se han ido… distancia,
lo que habrá sido de ellos?.
Regresaré a mis estrellas… distancia,
les contaré mi secreto:
que sigo amándo a mi tierra… distancia,
cuando me marcho tan lejos.

Un corazón sin distancia quisiera
para volver a mi pueblo.