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INTERNACIONALES

Nuestra Señora de La Altagracia en el Vaticano y el Mundo

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Por Victor Manuel Grimaldi Céspede (Embajador de la República Dominicana ante la Santa Sede).-
ROMA.- El viernes 20 de mayo 2016 fue empotrado en una pared de los Jardines de la Ciudad del Vaticano, Roma, Italia, este mosaico artístico de un metro de ancho por un metro 20 cms de alto, con la imagen de Nuestra Señora de La Altagracia. El acto para bendecirla se celebró el 17 de noviembre del 2016 con la presencia del Cardenal Giuseppe Bertello, presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano; de embajadores acreditados ante la Santa Sede; y de los obispos de la República Dominicana Monseñores Francisco Ozoria Acosta, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo, Nicanor Peña Rodríguez, Obispo de la Altagracia, Higuey, Napoleón Romero Cárdenas, Obispo de Barahona, y Héctor Rafael Rodríguez, Obispo de La Vega. Varios países de América Latina también han patrocinado la colocación de las imágenes de sus advocaciones marianas en los Jardines Vaticanos. Miles de turistas peregrinos contemplan estas obras de arte sacro cuando recorren este lugar. Además, una réplica de la Cruz original de la Catedral Primada de América, de la capital de la República Dominicana, Santo Domingo de Guzmán, está colocada con una placa conmemorativa de los 500 años de la Evangelización de América muy cercana al altar principal de la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
México tiene a Nuestra Señora de Guadalupe, Brasil a la Virgen de Aparecida y a los dominicanos nos identifican fuera del país, poco a poco, con el símbolo de Nuestra Señora de La Altagracia.
México desde 1934 cuenta con un monumento a la Virgen de Guadalupe en los Jardines de Ciudad del Vaticano, y Brasil colocó la imagen de la Virgen de Aparecida que fue bendecida en septiembre 2016 por el Papa Francisco.
El mosaico artístico con la imagen de Nuestra Señora de La Altagracia colocado en mayo 2016 en los Jardines de Ciudad del Vaticano fue bendecido el 17 de noviembre del mismo año. Después la Embajada de la República Dominicana ante la Santa Sede ha promovido una edición especial del mosaico como un cuadro en tela.
Nuestra Madre Protectora, que iluminó en octubre de 1992 la presencia en el santuario de Higüey de San Juan Pablo II, es el símbolo espiritual y expresión cultural de la República Dominicana que va difundiéndose por el mundo. En la página web de la Santa Sede aparece la oración dedicada por el Papa a nuestra Madre Protectora.
Nuestra Señora de La Altagracia es en territorio dominicano desde 1506 la primera Advocación Mariana de América.
Destacaremos detalles importantes:
1. Desde que se forjó la conciencia de la Patria, Nuestra Señora de La Altagracia Es Símbolo de las Luchas del Pueblo Dominicano por Su Libertad y la Independencia Nacional
El 17 agosto de 1922 es el dia aniversario de la Consagración del Santuario Nacional de la Virgen de La Altagracia de la calle Hostos esquina Mercedes, en Santo Domingo, Ciudad Primada de América, capital de la República Dominicana.
Durante el significativo acto celebrado en 1922 estuvo presente un Arzobispo Enviado como Delegado Especial del Papa Pio XI.
Es de notar que entonces en 1922 el Arzobispo Primado de Santo Domingo, Monseñor Adolfo Alejandro Nouel, fue un gran propulsor del culto a La Altagracia. La consagración del Santuario tuvo lugar cuando el Arzobispo Nouel respaldaba la lucha del pueblo dominicano por restaurar su Soberanía que violaban tropas extranjeras que ocuparon el país entre 1916 y 1924.
2. La Embajada de la República Dominicana ante la Santa Sede gestionó y logró la aprobación para colocar en los Jardines de la Ciudad del Vaticano, Roma, un cuadro mosaico de La Altagracia de un metro 20 cms de alto por un metro de ancho, realizado en Verona, Italia, por Arte Poli srl. Los peregrinos y turistas acuden a ver esta obra de arte sacro en sus recorridos por este lugar muy frecuentado como santuario.
3. Papa Francisco recibió de nuestras manos un llavero con la imagen de Nuestra Señora de La Altagracia en los saludos del Cuerpo Diplomático al comienzo del 2016. Le explicamos que através de La Altagracia se venera a La Virgen María desde 1506 en el primer país evangelizado del Nuevo Mundo. Además le dije que el Papa Pablo VI tenía en su bolsillo una medallita de Nuestra Señora de La Altagracia y que se la había mostrado a un sacerdote dominicano que luego fue designado por Obispo por Pablo VI.
4. Un documental, «Camino a Higüey», de la empresa dominicana Larimar Films, de la señora Elsa Turull de Alma y su esposo Antonio Alma hijo, fue entregado personalmente al Papa por sus productores el 11 de mayo. En los cines dominicanos el estreno tuvo lugar el 1ro. de septiembre 2016.
El viernes 20 de mayo 2016 fue empotrado en una pared de los Jardines de la Ciudad del Vaticano, Roma, Italia, el mosaico artístico de un metro de ancho por un metro 20 cms de alto, con la imagen de Nuestra Señora de La Altagracia.
Otros países de América Latina, entre ellos Cuba y Panamá, Ecuador, Honduras, El Salvador, Bolivia y Paraguay, también han patrocinado la colocación de las imágenes de sus advocaciones marianas en los Jardines Vaticanos.
Miles de turistas peregrinos contemplan estas obras de arte sacro cuando recorren este lugar.
Además, cabe destacar ahora, una réplica de la Cruz original de la Catedral Primada de América, de la capital de la República Dominicana, Santo Domingo de Guzmán, está colocada con una placa conmemorativa de los 500 años de la Evangelización de América muy cercana al altar principal de la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
La Virgen de La Altagracia se difunde como símbolo internacional del Pueblo Dominicano y forma parte de lo que los mercadólogos denominan la marca país.
Ella es sobre todo la Madre Protectora que ha estado presente en los momentos críticos de la Historia Nacional.
Roma, 10 de noviembre 2017

ANEXO:

Después de la colocación del mosaico de a Nuestra Señora de la Altagracia y la bendición en el año 2016 de la imagen, Bolivia y Paraguay han colocado sus respectivas patronas.
Anexamos el Discurso del Excelentísmo Señor Presidente de la República del Paraguay, Don Horacio Manuel Cartes Jara, en ocasión de la colocación del mosaico de la Virgen de Caacupé y plantación del árbol nacional de Paraguay -lapacho- en los Jardines Vaticanos (9 de noviembre de 2017):

Su Eminencia Reverendísima Cardenal Giuseppe Bertello, Presidente del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano. Autoridades Vaticanas y de la Santa Sede.
Su Excelencia Señor Arzobispo de la Santísima Asunción y Presidente de la Conferencia Episcopal Paraguaya, Monseñor Edmundo Valenzuela.
Sus Excelencias Obispos del Paraguay.
Distinguidos Miembros del Cuerpo Diplomático.
Autoridades nacionales. Estimados Compatriotas.

Señoras y Señores:
En nombre del Gobierno Nacional y de todo el pueblo paraguayo, quiero expresar nuestra inmensa gratitud al Estado de la Ciudad del Vaticano por el privilegio de contar en sus famosos Jardines, con una imagen de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé -representada en un delicado mosaico- y la plantación de nuestro árbol nacional -el precioso tajy o lapacho, en sus especies amarilla y blanca, en honor de los colores de la bandera pontificia-.

La Virgen de Caacupé o Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, constituye la advocación mariana más querida y venerada por todos los paraguayos.

Así como, según la leyenda, la Virgen de Caacupé protegió en su vida al indígena guaraní artesano converso al cristianismo -y que como gratitud por esta protección talló la bella imagen-, hoy también, luego de varios siglos, continúa al lado de todo el pueblo paraguayo que le venera y confía en ella, dentro del país y en el mundo entero. Todos podemos testimoniar las enormes gracias recibidas de su amor y protección maternal, y todos estamos agradecidos por esta gran bendición de tener una Madre de Dios y Madre Nuestra paraguaya en los cielos.

Como dijo el entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio, en ocasión al recibir la imagen de la Virgen de Caacupé en la Catedral de Buenos Aires, en noviembre de 2010: “Ustedes saben que en toda América la mujer paraguaya es la más gloriosa y no porque haya estudiado más que otras, sino porque supo asumir un país derrotado por la injusticia y los intereses internacionales, y ante esa derrota llevó adelante la Patria, la lengua y la fe. Y la Virgen, al tomar la ciudadanía paraguaya, bajo el nombre de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, nos dice que también está dispuesta a ahudarnos a llevar adelante la Patria, la lengua (la cultura) y la fe. Por eso Ella es doblemente gloriosa, por ser la Madre de Dios y por ser paraguaya”.

Me honra también en esta histórica ocasión -que reune a tantos compatriotas y amigos del Paraguay para venerar a nuestra Madre en los Jardines Vaticanos- resaltar la presencia de los Obispos del Paraguay, pastores de la Iglesia en nuestro país, en visita ad limina apostolorum. Gracias por vuestra importante labor. El art. 82 de la Constitución Nacional de la República del Paraguay reconoce el rol de la Iglesia Católica en la formación histórica y cultural de la nación, y el art. 24 establece que las relaciones entre la Iglesia y el Estado en el Paraguay se basan en la independencia, la cooperación y la autonomía. Y sobre este norte siempre hemos estado caminando en este gobierno.

Quisiera expresar una gratitud especial al Presidente del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, Su Eminencia Cardenal Giuseppe Bertello y sus colaboradores, por esta preciosa oportunidad que nos brinda y que todo el pueblo paraguayo valora. Al maestro Albano Poli y Proyecto Arte Poli por la magnífica labor artística. A las Hermanas del Silencio de la Diócesis de Caacupé por los lapachos. A la Embajada de Paraguay ante la Santa Sede por su encomiable labor. Y a todos y cada uno de los que de alguna u otra manera han contribuido para la concreción de esta maravillosa obra.

Pero sobre todo, en este momento histórico y significativo, quisiera también renovar mi gratitud a Su Santidad el Papa Francisco por su gran amor a la Virgen de Caacupé y a nuestro querido Paraguay.

Muchas gracias.

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