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Opiniones

La primavera árabe en Venezuela, en época de invierno

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La autoproclamación del diputado Juan Guaidó como “encargado del Poder Ejecutivo” de Venezuela, el apoyo recibido de los estados Unidos y otros países, las manifestaciones de protestas en contra del gobierno y la muerte de manifestantes, parecería que se estaría frente al resurgimiento de la primavera árabe, en época de invierno, pero en ese país suramericano.

Las últimas elecciones presidenciales de Venezuela se realizaron el 20 de mayo del 2018, resultando Nicolás Maduro, del Partido Socialista Unido de Venezuela, ganador del certamen, para un segundo período de 6 años.

El Consejo Nacional Electoral declaró ganador a Maduro con 6,190,612 votos (67,8%) en una jornada que registró una abstención del 46,02%. En segundo lugar figuró el candidato opositor y exgobernador Henri Falcón, con 1,917,036 votos (21%). Los principales partidos opositores, agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) no participaron.

Los partidos opositores, países de América y de otros continentes y organismos internacionales desconocieron las elecciones, al considerar que no fueron democráticas, sino que imperó la inhabilitación de candidatos, el impedimento de participación de varios partidos opositores, la falta de competencias constitucionales de la Asamblea Constituyente para convocar a elecciones, la falta de tiempo para los lapsos establecidos en la normativa electoral y la compra de votos, entre otras cosas.

Nicolás Maduro.

Maduró se juramentó este 10 de enero ante el Tribunal Supremo de Justicia, y Juan Guaidó, que recién había ocupado la presidencia de la Asamblea Nacional, se declaró este miércoles 23 de enero «presidente encargado» del país, alegando que supuestamente hay un vacío de poder y de que Maduro es un usurpador.

Ese hecho provocó que países como Estados Unidos, República Dominicana, Argentina, Antigua y Bermuda, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía, Guyana, Bahamas y Chile, hayan desconocido al gobierno de Maduro y reconocido a Guaidó, echándole más leña al fuego.

La Primavera Árabe corresponde a una serie de manifestaciones populares, revoluciones, intervenciones militares, derrocamientos de gobiernos y asesinatos de presidentes.

Comenzó el 17 de diciembre de 2010 en la Ciudad de Túnez, cuando un vendedor ambulante llamado Mohamed Bouazizi fue despojado por la policía de sus mercancías y cuentas de ahorros y, en respuesta se prendió fuego como forma de protesta.

Juan Guaidó.

Durante su agonía miles de tunecinos se rebelaron contra las malas condiciones a las que el país estaba sometido, causando un efecto dominó en el resto de las naciones árabes. Fruto de las fuertes protestas el presidente tunecino Zine el Abidine Ben Ali renunció.

Las protestas e insurrecciones continuaron en Egipto, Libia, Jordania y Siria, con grandes consecuencias. En Libia hubo una sublevación y muchos países reconocieron un denominado Consejo Nacional de Transición en el exilio.

Una coalición lidereada por la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), inició una guerra aérea contra la Libia, gobernada por Muamar Cadafi. Los rebeldes finalmente lo derrotaron y lo apresaron el 20 de octubre del 2011. Posterior lo asesinaron de una manera brutal.

En Siria, lo que comenzó como un levantamiento pacífico contra el presidente Bashar al Asad en marzo de 2011, se convirtió en una brutal y sangrienta guerra civil que ha arrastrado a potencias regionales e internacionales, con la muerte de cientos de miles de personas, y dejado un país convertido en una ruina sembrado de cadáveres.

Varios países, incluyendo los Estados Unidos, también reconocieron al El Consejo NacionalSirio (CNS) y a una gran de grupos subversivos. El presidente Asad es uno de los pocos sobrevivientes gracias, principalmente, al apoyo de Rusia. De lo contrario ya estuviera derrocado y probablemente descansando en el otro mundo.

Lo de Venezuela, tiene todas las características de una primavera árabe, un conflicto de poder que tiene 20 años, manifestaciones que han dejado decenas de muertos, un desconocimiento del presidente Maduro por parte de muchos países, y el reconocimiento de estos a un desconocido Guairó que se autoproclama presidente.

Estará por verse, que final tendrá este conflicto, si el gobierno podrá sobrevivir a los enfrentamientos internos, las manifestaciones populares y el desconocimiento de importantes gobiernos, o terminará siendo derrocado, y su presidente y dirigentes apresados o ajusticiados, como ha ocurrido en otros países víctimas de la primera árabe. Ojalá que los más sensatos trabajen por la paz y que haya un entendimiento entre las partes.

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