Hoy celebramos el Día Nacional del Estudiante Dominicano

Por Élida Almonte.-

NUEVA YORK.- El día es propicio para reclamar que el Ministerio de Educación integre nuevos programas, nuevos textos y nueva voluntad política para la enseñanza de la historia dominicana, moral y cívica, como parte de la educación integral de nuestros estudiantes.

No podemos permitir que nuestros niños sigan educándose en un sistema de educación mediocre, que atenta cada día contra la formación patriótica de las nuevas generaciones de dominicanos.

Las evidencias son palpables. Hay textos y programas, no solo mediocres, sino que cometen el crimen de mutilar hechos históricos que gravitan aún en la construcción del presente y el futuro nacionales: la Revolución de Abril, por ejemplo.

Las fallas van más allá de la formación en historia dominicana, abarcan el currículo completo que puede ser bueno, pero que permanece solo escrito en volúmenes que no llegan al aula para producir aprendizajes.
Tomemos por ejemplo al fundador de la República, Juan Pablo Duarte.

Por razones absolutamente inaceptables “puentes” que favorece la holganza, de los que pueden descansar en “resort” a lo mejor por beneficio económico de ahorro para algunas empresas, se mueve la fecha del nacimiento del prócer: ahora no nació el 26 de enero, sino “asigún” caiga en el almanaque.

Esos olvidos de todo lo que sea tema importante no son convenientes en nuestra historia, porque referentes como Duarte, Luperón y Caamaño PROCLAMARON valores. Eso es peligroso.

La confusión de niños y jóvenes sobre la fecha onomástica de Duarte, se suma a los otros ¿Errores? De la formación histórica en nuestros planteles. No se ama lo que no se conoce y la imagen de la República Dominicana que se ofrece a través de esa formación deformada es, no solo incompleta, sino poco propicia a despertar entusiasmos y heroicidades que necesita el país para que ciudadanos activos se hagan cargo de seguir haciendo historia, la buena y justa que necesitamos.

*La autora es activista comunitaria y dirigente reformista.