LEALTAD, OBLIGACION y UNIDAD POLITICA EN EL PRSC

Por el Dr. Sócrates Andújar Carbonell
(Presidente del Frente de Profesionales y Técnicos del PRSC)

Abordar el tema de la Lealtad, Obligación y unidad Política en el Partido Reformista Social Cristiano, obliga a hacer algunas precisiones para que muchos miembros de nuestra organización, muy especialmente para los integrantes de los diferentes organismos del PRSC, logren entender el arte de la política dinámica y coyuntural.

Solo el líder es quien tiene la más amplia responsabilidad de los fracasos, pues los triunfos son de todos, sabe cuándo debe asumir posturas enérgicas que al final se traduzcan en beneficio para todos, pues la política es el arte de gobernar. El bienestar en mucho de los casos debe ser dirigido con firmeza. Cuando el sentido político se transforma a causa de la pasión y carencia de la experiencia, el líder debe salir y ofrecer luces para aquellos que viven en la oscuridad política.

La lealtad, en suma, es una forma de ser, es una relación con otras personas sobre la reciprocidad, con una entidad política, con la sociedad o conglomerado social, etc., en la que entra en juego la transparencia y la permanencia de su sustancia ética. Para llevar un partido a representar los intereses de una sociedad, sus miembros deberán exhibir, hacia dentro y hacia fuera, dos (2) normas de conductas que lo harán ser acreedores de confianza ante la sociedad: La lealtad y la Obligación.

El tema de la lealtad política se encuentra en íntima conexión con el de la obligación política cuando hay una verdadera unidad de propósito. Puede afirmarse que la lealtad política es el contenido de la obligación política. Es decir, la obligación política se deriva en lealtad política.

Es obligación moral de todos los reformistas apegarnos a la Lealtad y a la obligación partidaria, de hacer en todo momento lo que conviene a la mayoría, no lo que guste o convenga a unos cuantos. Quiero que todos mis compatriotas y la sociedad en general sepan lo siguiente:

El Ing. Quique Antún, presidente y líder del PRSC, no es un hombre que se puede manejar o poner un narigón. No es un YES-MEN, es un político de los pies a la cabeza, con experiencia sobrada y muchas garras. Ahora les digo, si lo escogimos para que nos guie y para que todos juntos transformemos el PRSC en un nuevo partido, con mística, solidaridad y disciplina, ahora debemos permitirle que haga su trabajo como presidente y líder del PRSC. El hombre que dejó las mieles del poder en pro del Partido, que nos legó la independencia política, que hoy podemos exhibir en el PRSC, gracias a su recia personalidad.

Nuestro reto es y será permanecer firmes apoyando de manera permanente a las autoridades que tienen en sus hombros la conducción del PRSC. Ese motor inspirador que hoy nos ofrece el nuevo Reformismo, que nos impulsa para que juntos dejemos las adversidades del pasado.

No cabe duda de que el PRSC de hoy es muy diferente al del pasado muy reciente; solo miren los cientos de jóvenes y mujeres que hoy se han integrado al PRSC, que abrazan la lealtad y la obligación política como principio. Este logro debemos cuidarlo y mantenerlo, y sacarle el mejor partido en la coyuntura política actual, que se torna favorecedora para el PRSC, especialmente para los visionarios.

Ha llegado la hora de preguntarnos: ¿Qué podemos hacer por nuestro partido? en vez de preguntarnos: ¿Qué puede el partido hacer por nosotros? Unidad, disciplina, lealtad y solidaridad deben ser la consigna de todos los que militamos en el PRSC.