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Opiniones

Lo del PRM no es nepotismo, es un derecho adquirido

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Por Lic. César Fragoso.-

Para nadie es un secreto que yo fui un contrario total a las intenciones del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en sus intenciones de ganar las elecciones en la República Dominicana.

En muchas ocasiones escribí mis artículos motivando a la población a votar en su contra y, en mi programa de televisión País Al Día, me identifiqué totalmente con el licenciado Gonzalo Castillo.

Los resultados electorales fueron otros y, tanto yo, como todos los que votamos en contra del PRM, tenemos que entender y aceptar, que ahora les toca a los seguidores del presidente Luis Abinader, dirigir nuestra nación y ocupar los diferentes e innumerables cargos que otorga el Estado.

Tengo seis maravillosos hijos, todos excelentes profesionales en diferentes ramas del saber y, si yo fuera un funcionario del Gobierno, entiendo que eso no debería ser un obstáculo para que sus esfuerzos y dedicación para ellos ser quienes son, les prohíba ser nombrados por el Estado, en funciones e instituciones diferentes a la por mi dirigida.

La definición de nepotismo expresa que, es el: “Trato de favor hacia familiares o amigos, a los que se otorgan cargos o empleos públicos por el mero hecho de serlo, sin tener en cuenta otros méritos”.

Si bien es cierto que la descripción es muy amplia e interpretativa, por lo que abre un gran espacio para la crítica a los nombramientos de miembros de una misma familia en diferentes cargos del Gobierno, no menos cierto es que, hasta el momento, todos los que han recibido designaciones de diversos cargos públicos, han sido merecedores de los mismos por su preparación profesional y porque el Presidente, en el uso total de sus derechos, entiende que los mismos les serán útiles al país que ahora, él dirige.

Los miembros y dirigentes del hoy partido de Gobierno, estuvieron dieciséis años sentados a la espera de su turno para ocupar el Palacio Nacional y dirigir los destinos de nuestro país.

Durante ese tiempo, los hijos, hermanos, sobrinos, primos, nietos, etc, de tal o cual de los apellidos que actualmente tienen el bate en la mano, tuvieron tiempo suficiente para estudiar, prepararse en demasía y, hasta practicar entre ellos mismos, para cuando les llegara su momento de pararse en el plato, poder dar el cuadrangular con las bases llenas que les ha permitido batear el pueblo dominicano.

Si bien es cierto que los opositores y, hasta algunos de los que votaron por el PRM tienen derecho de criticar todo lo que consideren inapropiado en las realizaciones del Gobierno, no menos cierto es, que se deba coartar el también derecho adquirido por los que durante muchos años no pudieron tener su turno al bate.

Los miembros de una misma familia que han sido nombrados en diferentes estamentos del Estado, lucharon desde sus espacios para ganarse las posiciones que hoy les toca ocupar y, salvo que, en una misma institución, el que la dirige nombre a varios miembros de su propia familia, debemos dejar que disfruten de lo que bien se ganaron.

La preocupación principal de nosotros, todos los dominicanos y dominicanas, contrarios o afines al presidente Luis Abinader y su equipo, debe encaminarse a estar pendientes de los resultados positivos o negativos de sus ejecutorias al frente de la cosa pública.

Si los apellidos Pérez son los mejores para dirigir de forma beneficiosa para el país y los que pueden llevarnos por los senderos del progreso y la prosperidad, pues que sean todos los Pérez los que nos gobiernen.

Aún falta mucho terreno por recorrer, el juego apenas está comenzando.

Desde mi punto de vista, nuestro presidente tratará, por todos los medios de ser diferente a los tres períodos en los que una gran parte de los miembros de su partido nos dirigieron y no lo hicieron de la mejor manera para el país.

En lo que a mi concierne, desde hoy me declaro defensor de los “Pérez” o cualesquiera que sean los apellidos que nos gobiernen, si lo hacen bien, se ven y se sienten los resultados de sus ejecutorias y, un crítico activo y directo si sucede lo contrario y nos llevan al desastre económico.

Mientras tanto, dejémoslo que sigan adelante, que se esfuercen y que nos demuestren que son capaces de hacerlo bien.

Ellos fueron merecedores del triunfo que el pueblo libérrimamente les dio y tienen la potestad que eso significa.

De la misma manera que, en su momento, defendí los derechos de los familiares de los dirigentes del PLD a trabajar en el Estado, de esa misma forma entiendo que los de las autoridades actuales también se ganaron esa facultad, es por eso que digo que: Lo del PRM no es nepotismo, es un derecho adquirido, por cierto, muy bien ganado.

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