Con estos incentivos que viene ofreciendo Supérate para la implementación de la agricultura familiar, y conociendo de antemano que alrededor del 20% de nuestra población reside en zonas rurales, lo que representa alrededor de 2 millones de personas, es justo reconocer y apoyar esta visión que implanta Supérate, porque la agricultura familiar puede jugar un significativo rol económico, social, medioambiental y cultural.
Además del medio rural, la agricultura familiar representa oportunidades para huertos urbanos, utilizando patios, balcones y azoteas para el cultivo de hortalizas que ayudan con la carga alimenticia de la familia, y colaboran con el medio ambiente, creando lazos entre la familia y el entorno que le rodea.
Otro proyecto agrícola que promueve Supérate es el denominado “Casas Sombras”, que no es más que una estructura con cierta similitud a las de un invernadero, replicando los mismos principios, se consigue propiciar ciertas condiciones de “control” para producir alimentos. Algunos de estos proyectos no solo producen para el consumo familiar, sino que ya comienzan a integrar sus productos al mercado, produciendo ingresos para estas familias y con proyección para continuar creciendo.
A principios de este año la FAO reportó que centenares de jóvenes y mujeres de siete provincias del Suroeste del país aumentaron sus ingresos y mejoraron su seguridad alimentaria gracias a los programas de apoyo implementados por Supérate (anteriormente llamado Progresando con Solidaridad), institución que ha sabido granjearse los aliados ideales para el acompañamiento técnico de estos planes, proyectos y programas, firmando acuerdos con el Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales o el Ministerio de Agricultura.
Esperamos que se le de continuidad a estas iniciativas y que en un futuro puedan agruparse pequeños productores de los programas de agricultura familiar y Casas Sombras en asociaciones, sería magnífico acompañarlos en ayudarles a colocar sus productos en Merca Santo Domingo.