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Vea las precisiones que hace el expresidente del Colegio de Psicólogos al Ministerio de Salud Pública en el Día de la Salud Mental

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A continuación la carta enviada por el expresidente del Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI), licenciado Nicanor Rodríguez Tejada, al Ministerio de Salud Pública con motivo del Día de la Salud Mental:

Distinguido Ministro:

Sirva la presente para saludarle, en nombre de Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI), aprovechando la ocasión para hacerle algunas precisiones en nombre de nuestro gremio profesional con motivo del celebrarse el día el mundial de la Salud Mental.

Es una fecha que sirve para recordar que la salud mental en la República Dominicana en la medida que transcurren los años sigue el curso de su agravamiento, lo cual se refleja en lo bajo presupuesto de salud que tiene la población a fin de tener mejor acceso a los servicios de salud pública y poder reducir los trastornos más frecuente que producen repercusiones negativo como paradigma de salud en la República Dominicana, frente a situaciones que alteran el curso de su existencia, como son la violencia, la criminalidad en sus diferentes manifestaciones, la impunidad, la falta de sanción social y legal, hechos que alteran el curso de nuestra salud mental.

Es preciso recordar que para hablar de salud mental debemos partir del criterio que en ese sentido tiene la Organización Mundial de la Salud (OMS) al respecto, veamos: “un estado de completo bienestar, físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”

Si partimos de este criterio, deberíamos concluir que la salud pública no solo en salud mental se encuentra en deterioro, sino que en su conjunto pasa por una graves situación conforme lo revelan las estadísticas, las cuales no colocan en proporciones en desventajas en comparación con otros países, de nuestra propia región, donde los trastornos cada vez más contribuyen a disminuir la precaria calidad de vida en que se desarrolla la población dominicana.

Hoy en día la población dominicana observa como las estadísticas aumentan de manera significativa en términos negativo y no observamos una actitud que pueda brindar la oportunidad para que de esta manera podamos enfrentar una salud mental más eficiente, no obstante reconocer el poco tiempo de su gestión, pero esto se articula dentro del esquema de política de Estado.

En nuestro país, existe la ley 12-06 que regula la salud mental, establece en su artículo primero lo siguiente: “La presente ley tiene por objeto regular el derecho a la mejor atención disponible en materia de salud mental de todas las personas en el ámbito de lo dispuesto en la Ley General de Salud, en su Libro I, Artículo 3, atención que será parte del sistema de asistencia sanitaria y social. Se entiende a la salud mental como un bien público a ser promovido y protegido por el Estado a través de políticas públicas, planes de salud mental y medidas de carácter legislativo, administrativo, judicial, educativo y de otra índole que serán revisadas periódicamente”

Igualmente, el artículo 7 de la referida ley consagra que: “Se tendrá especial cuidado en proteger los derechos de los menores y de las personas adultas mayores, en particular aquellas que se encuentran internadas en instituciones especializadas. En el caso de menores, si fuere necesario, se nombrará un representante legal que no sea un miembro de la familia”.

En ese mismo contexto tenemos lo que consagra el artículo 10 de la ley 12-06, al expresar que: ”Son derechos básicos y libertades fundamentales de todas las personas que padezcan una alteración mental o que estén siendo atendidas por esta causa: a) Ejercer todos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales y las libertades fundamentales establecidas por la Constitución de la República, la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, la Convención Americana sobre Derechos Humanos y su Protocolo Adicional en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Convención de los Derechos del Niño y otros estándares internacionales aplicables en materia de derechos humanos y salud mental, tales como son los Principios para la Protección de los Enfermos Mentales y el Mejoramiento de la Atención de la Salud Mental, las Normas Uniformes sobre Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad, la Declaración de Caracas y la Recomendación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la Promoción y Protección de los Derechos de las Personas con Discapacidad Mental, entre otros”.

No obstante, esta situación, como se ha observado que el derecho a la salud es un derecho constitucional y de derecho fundamental, incluid bajo la misma condición por los organismos internacionales, el artículo 61 de nuestra carta sustantiva expresa que: “Derecho a la salud. Toda persona tiene derecho a la salud integral. En consecuencia:1) El Estado debe velar por la protección de la salud de todas las personas, el acceso al agua potable, el mejoramiento de la alimentación, de los servicios sanitarios, las condiciones higiénicas, el saneamiento ambiental, así como procurar los medios para la prevención y tratamiento de todas las enfermedades, asegurando el acceso a medicamentos de calidad y dando asistencia médica y hospitalaria gratuita a quienes la requieran; 2) El Estado garantizará, mediante legislaciones y políticas públicas, el ejercicio de los derechos económicos y sociales de la población de menores ingresos y, en consecuencia, prestará su protección y asistencia a los grupos y sectores vulnerables; combatirá los vicios sociales con las medidas adecuadas y con el auxilio de las convenciones y las organizaciones internacionales.

Pero además en lo que tiene que ver con tres segmentos fundamentales para la sociedad, los mismos han sido protegidos constitucionalmente, en lo que respecta a los artículos 56 en el que se protege a los menores de edad, el 57 a los adultos mayores y el 58 obliga a proteger a los discapacitados, situación está que si entramos en detalle con alguna profundidad observaremos una separación fundamental entre los aspectos legales y la ejecución de política pública que sintonicen la realidad de lo que procura el legislador

De constituir este derecho, un aspecto fundamental que es preciso se entienda la necesidad de incrementar los niveles presupuestarios para que esa población que hoy padece diferentes tipos de trastornos tenga la esperanza de poder cambiar ese estado de negación de esos derechos fundamentales que hoy le son negado como si la protección no fuera un amparo que la ley le instituye.

Antes toda esta dinámica legal, no podemos dejar de lado que el Colegio Dominicano de Psicólogos a través de su ley de creación ha sido instituido como asesor en materia de salud mental del Estado, lo cual como tal ha brillado siempre por la ausencia de valorar las opiniones que en tal sentido pudiera tener, con lo que se le ha constreñido la probabilidad de poder estar en otro nivel con relación a la realidad que tenemos.

Tener una parte legal establecida sin dar un paso a la parte práctica en nuestro accionar cumpliendo esas disposiciones legales que les sirven de soporte al sistema de salud, es significativo, sin embargo hoy en día observamos que los sistemas preventivos no han constituido la esencia del sistema en defensa de la salud mental, dado el hecho de que la misma practica del sistema ha negado su esencia, un ejemplo vivo y patético lo constituye el sistema de atención primaria en este momento.

El sistema de salud no ha sido puesto en práctica la base esencial de la atención primaria, que parte de este descansa en la prevención y hoy día solo nos preocupamos por llevar a cabo la ejecución de curar la parte más costosa y de menos resultado que tiene un sistema de salud y que por vía de consecuencia es el de menos ventaja, dando menor resultado en termino de salud optima como ha sido definida por la Organización Mundial de la Salud, cuando ha establecido que: «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Nosotros nos preguntamos en esta fecha que celebramos el día mundial de la salud mental que tan cerca estamos de cumplir el contenido de esta expresión en la salud ofrecida por el Estado a la población dominicana.

Hoy en cambio observamos un presupuesto en materia de salud con una disminución de más de dos mil millones de pesos y con un renglón inflacionario en relación al año pasado de un cuatro por ciento (4%), lo que significa que para este año tenemos cuatro pesos menos en inversión en comparación a los ochenta y un mil millones del presupuesto de este año 2018 y a la vez una disminución real de este presupuesto.

Conforme lo explica la Asociación de Defensa de la Salud (ADESA), donde sostiene que: “constituye una vergüenza que un país como la República Dominicana, que exhibe un crecimiento promedio de la economía en los últimos 17 años de un 4.6% anual, ocupe los peores lugares de América Latina en indicadores de salud, como son la mortalidad materna y neonatal, el embarazo en adolescente, la prevalencia de enfermedades catastróficas, las muertes por accidentes de tránsito y por problemas cardíacos”. Donde solo superamos a Venezuela, Guatemala y Haití, eso es preocupante para la salud mental que hoy vivimos en este nuevo aniversario de la salud mental.

“El hecho de que del 2007 al 2015 se registraran en el país más de 1,600 suicidios de niñas, niños y adolescentes y jóvenes, según la Oficina Nacional de Estadística, citado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), debe generar una reflexión colectiva entre autoridades, familia y sociedad en general, encaminada a buscar soluciones” , y que conforme a la OMS República Dominicana se encuentra entre los 10 países de Latinoamérica con más alta prevalencia de la depresión en un 4.7% al mismo periodo del 2015.

Estos datos deben llamarnos a reflexionar y procurar incrementar una política de prevención que le permita al país disminuir estos datos y en ese sentido el Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI) entiende que este segmento profesional puede constituir un elemento fundamental en procura de obtener una vía que influya en incidir más por vía de la prevención, lo que nuestra institución en ocasiones entiende que ese interés ha sido relegado a un segundo y lejano plano, dada la distancia que los sistemas de salud tienen de la prevención, lo cual el psicólogo constituye la herramienta más sólida para su ejecución.

Por lo tanto y queriendo crear en esta fecha un acontecimiento que llame a la atención y que al mismo tiempo cree un mayor nivel de conciencia nuestra institución profesional ha lanzado la campaña “UN CIELO ABIERTO POR LA SALUD MENTAL”, cuyo propósito consiste en que en esta ocasión del día mundial de la salud mental en las instituciones que están vinculada o no al CODOPSI podamos unirnos a la celebración, haciendo un conversatorio corto, o una conferencia sobre el tema en su institución de trabajo o en la calle o cualquier lugar que sea facilite, así como enviar un mensaje de texto, escribir un twitter, subir una foto o un comentario, compartir en periódico, radio o televisión o un lugar público no importando la naturaleza que tenga ese lugar, solo determinado por las personas a la que se le hable sobre el contenido de la misma a fin de hacer posible impulsar los objetivos de la Organización Mundial de la Salud, así como los objetivos que en este aspecto prevalecen en la ley 12-06, que regula en el país el tema en cuestión, con este criterio indicado: veamos algunos ejemplos.

1.- OMS Definición de salud: “un estado de completo bienestar, físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”

2.- La salud mental está relacionada con la promoción del bienestar, la prevención de trastornos mentales y el tratamiento de rehabilitación de las personas afectadas por dichos trastornos.

3.- Como debemos mejorar nuestra salud mental; a) siendo consciente del manejo de nuestras emociones y reacciones, b) manejar el estrés, c) pensar antes de actuar, d) cuida nuestra salud física, e) alejarnos del alcohol, el tabaco y las drogas.

Es hora de aunar esfuerzo colectivo, creando un mejor futuro y el Colegio Dominicano de Psicólogos (CODOPSI) asume el esfuerzo y lo pone a disposición para que nos avoquemos a una política de prevención en la cual la parte psicológica sea esencial para su desarrollo, señor ministro en hora buena, le saluda.

Sin otro particular de momento, dándole las anticipadas gracias, por la atención dispensada a la presente comunicación, queda de usted.

Atentamente,

Lic. Nicanor Rodríguez Tejada
Ex presidente del CODOPSI

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