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Opiniones

Otra forma de violencia contra la mujer

Publicado

en

Por Mónica Zapata.-

NUEVA YORK.- En casi todos los paises del mundo existen leyes que consienten el aborto terapéutico o cuando es producto de incesto o violación, pero en la República Dominicana, los honorables legisladores dandole la espalda a una tendencia mundial y científica, que es uno de los soportes fundamentales de los derechos humanos de las mujeres, no los niegan, prohibiendo y castigando con pena de 2 años de carcel, la interrupción del embarazo aunque en ello este en riesgo la propia vida de la madre.

Las mujeres hemos sido excluidas de casi todos los derechos en nuestra sociedad, porque se nos concibe simplemente hembras, son muchos los machistas que todavía insisten en su limitada capacidad de evolución, no pueden percibir a una mujer, sino como amas de casa, cocineras, madres que solo servimos para tener hijos y no como seres humanos.

Sin embargo, las mujeres en los ultimos años estamos abriéndonos caminos y espacios cada día más en lo laboral, académico y social, reclamando que se nos respeten nuestros derechos y por un trato disfrutar de la igualdad en lo que tiene que ver con derechos y privilegios, razón que nos motiva e impulsa a seguir reclamando el derecho que por naturaleza, moral y derecho a la vida, de decidir por y para nuestro cuerpo.

Las mujeres dominicanas no permaneceremos en el silencio que nos quieren imponer el patriarcado obsoleto y machismo opresor, tenemos el mismo derecho que todas las mujeres del mundo a tener una vida digna.

Cuando se nos condena a tener continuar un embarazo producto de de las aberraciones más depravadas de la mente humana, como la violacion y el incesto, se nos hace inaceptable, por dignidad y derecho propio.

La vigencia de esa ley nos hace víctimas del genocidio más grande de nuestra historia, la leyes condena a miles de mujeres a la muerte. Como mujer dominicana, la impotencia me devora las entrañas, al ver la indolencia cavernícola y el oscurantismo paleolítico de un grupo de machistas inmorales, que condenan a miles de mujeres a un trauma insuperable o la muerte prematura, con simplemente negarles un derecho inalienable, el poder decidir sobre su cuerpo, y este hecho y legislación, es la típica violencia de género, que se practica desde las instancias mismas del Estado.

-La autora es dirigente político en Nueva York.

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