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Opiniones

El 2021 fue un excelente año para los Bienes Raíces en RD y 2022 será mucho mejor

Publicado

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Por Lic. César Fragoso
(Asesor Inmobiliario)

En Diciembre del 2020, basado en el movimiento de ventas de propiedades que hubo en nuestro país a partir de mayo de ese año, a pesar de la pandemia, vaticiné que el 2021 sería un excelente año para el Sector Construcción y los Bienes Raíces en general.

Los resultados así lo demostraron, y, desde el punto de vista del Ministro de Obras Públicas Deligne Ascención, “la industria de la construcción en República Dominicana juega un papel fundamental, como lo muestran cifras del Banco Central. En ellas se indica que este sector ha sido el de mayor aporte para la gran recuperación económica registrada en el año 2021 y que ha tenido el gobierno del presidente Luis Abinader”

Asimismo, en su informe sobre la economía del País, el Gobernador del Banco Central, Lic. Héctor Valdéz Albizu presentó al Sector Construcción como el segundo de mayor crecimiento en el 2021, solo superado por los hoteles, bares y restaurantes.

Dejando a un lado lo que tiene que ver con las construcciones del Gobierno y, basándome en mi experiencia de más de 35 años en el mundo de las compras y ventas de casas, solares y apartamentos, he podido volver a vivir lo que en tantas oportunidades y año tras año he sido testigo sobre las alzas y bajas del sector y que me permiten descifrar lo que podría pasar entre un período y otro.

En la parte que concierne al incremento en las ventas de viviendas durante el recién finalizado año, se presentaron diferentes condiciones positivas y negativas como resultado del Covid-19, siendo al final, las positivas, las que sacaron mayor ventaja.

Aunque parezca mentira, muchos dominicanos y dominicanas que se vieron afectados por la condición mundial de la pandemia, (incluyendo a los que perdieron sus empleos), debido a las ayudas que dieron los gobiernos de los países en los que viven, en lugar de tener una reducción en sus ingresos, tuvieron una mejoría sustancial.

Esto, unido a la imposibilidad de gastar ese dinero por el encerramiento ocasionado por la crisis, llevó a las personas a tener una economía que, en muchísimos casos, fue suficiente para pagar la separación de sus viviendas y, en otros, a hacerles abonos sustanciales al inicial.

Muy en especial, los dominicanos residentes en el exterior, que siempre han soñado con tener un lugar propio “donde dejar las maletas” cuando vienen a nuestro país, supieron aprovechar la oportunidad de ese ingreso “covidiano” y, sin pensarlo dos veces dieron el paso más importante de sus vidas, que fue el de separar sus apartamentos.

Esto trajo como consecuencia que en el 2021 se presentara un movimiento inusual en las ventas de viviendas, sobre todo de las denominadas de bajo costo que reciben el Bono del Gobierno, ya que miles de dominicanos y dominicanas compraron sus casas y apartamentos en el recién finalizado año.

A pesar de los incrementos considerables que hubo en los costos de los materiales de construcción, lo que, a su vez, disparó los precios finales al consumidor, las personas, inteligentemente, prefirieron usar sus dineros en las compras de sus techos y hoy, se están beneficiando considerablemente de esa decisión.

Para que tengan una idea de lo que esto ha significado, un apartamento de 90.5 mts2 ubicado por la Ave. Jacobo Majluta en Santo Domingo Norte que, en mayo del 2021, hace solo unos siete meses, costaba US$56,000.00, hoy se cotiza en US$71,000.00 para un incremento de US$15,000.00 en relación a su valor de mayo pasado, lo que significa una ganancia de un 26.78% para quienes compraron en esa fecha y, lamentablemente, un aumento considerable para quienes prefirieron dejarlo para más adelante.

Aquí quiero hacer un paréntesis y recordarle a mi gente que, cuando les digo que tomen acción inmediata en las compras de sus viviendas, que no lo dejen para después, lo hago con el marcado interés de que se beneficien de lo que les acabo de demostrar.

Pues bien, esas variaciones en los precios pueden ser motivadas, entre otras razones, por la plusvalía natural que adquieren los Bienes Raíces en la medida en que se van desarrollando las zonas donde son construidos, por los aumentos en los costos de construcción y por la inflación.

El ejemplo que estoy poniendo corresponde a un proyecto que se está construyendo en, (desde mi punto de vista), la zona de mayor crecimiento en todo el Gran Santo Domingo, en cuanto a los Bienes Raíces de la actualidad y donde, lo que se compre hoy, sin lugar a ninguna duda, tendrá una gran plusvalía en los próximos 2 a 3 años.

En esa área se está terminando de construir el Mall Colina Centro, lugar donde estarán todos los bancos, las grandes tiendas, varias salas de cines, servicio médico ambulatorio y ya la cadena de tiendas La Sirena tiene un letrero de su próxima inauguración.

Casi al frente del Mall, los supermercados Bravo están construyendo una de sus más grandes sucursales.

El Gobierno lleva aceleradamente el desarrollo de un proyecto de 1,900 apartamentos correspondientes al Plan Vivienda Feliz y, hace apenas unos días, se inició la venta de un novedoso proyecto de solares para la construcción exclusiva de 7 modelos específicos de casas.

Mirando ese simple ejemplo de un pequeñísimo lugar de Santo Domingo Norte.

A pesar de que los aumentos de los insumos de la construcción son algo irreversible.

Considerando que quizás podría mantenerse una estabilidad relativa en los precios de este nuevo año, donde solo la inflación que nos espera podría llevar a ciertos aumentos, yo entiendo que en el 2022 más y más personas van a hacer el esfuerzo que sea necesario para llegar a tener sus techos propios y esto, traerá como consecuencia un movimiento extraordinario en las ventas de casas y apartamentos.

Lo que hemos vivido con el Corona Virus le ha demostrado a los seres humanos en general y a los dominicanos en particular que, ya sea que se tenga en los bancos todo el dinero del mundo o se posea lo mínimo para vivir, se desarrollen negocios que dejen millones en beneficios o se trabaje por el salario mínimo, se tenga una salud poderosa, fuerza y bienestar en general, un simple virus que ni siquiera podemos ver, puede matarnos rápidamente y, si no tenemos una vivienda, dejar en la calle a nuestros seres queridos .

Aprendimos la lección de que, dentro de todas las cosas materiales que tengamos, la más importante es tener un techo propio de donde nadie pueda sacarnos y eso, sin lugar a ninguna duda, motivará a nuestra gente a comprar sus viviendas.

Esto, unido a los esfuerzos que hará el Presidente Luis Abinader para que se continúen con las facilidades que permitan a los constructores tener beneficios en la venta de sus proyectos inmobiliarios, a lo que hará el Gobernador del Banco Central Lic. Héctor Valdéz Albizu para que los adquirientes de viviendas puedan tener acceso a los créditos hipotecarios a tasas manejables y, sobre todo a que todos querrán aplicar aquello de que, ”con cualquier se viste y todo en la vida pasa, pero la cosa más triste es llegar a viejo y sin casa”, hará que este año 2022 sea mejor que el 2021 para los Bienes Raíces en la República Dominicana.

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