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Opiniones

Haití: De la esclavitud a la nada

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Por Antonio García Fuentes.-

JAÉN, ANDALUCÍA, España.-Este es un país que en realidad “ya ni existe”; puesto que en la actualidad es algo así y metafóricamente hablando; “un montón de desechos materiales y humanos, donde lo que impera es un bandidaje atroz y una mendicidad espantosa”; cosa inexplicable por mucho que nos lo quieran explicar, puesto que en la misma isla, “La Española” existe otro país o nación (República Dominicana) cuya estabilidad y prosperidad dista de la haitiana, como desde “la Tierra a la Luna”; y ambos países los empiezan a colonizar los españoles desde los viajes de Colón, si bien en Haití, van a entrar los franceses, que como ya he comentado en otros artículos y que junto a Ingleses y holandeses, fueron las verdaderas plagas para los nativos americanos; y luego después, para los negros africanos que transportados igualmente por ingleses, franceses, holandeses y también portugueses; arrastran (salvo excepciones de los que superando lo indecible, han logrado su libertad individual) sus odiseas de raza esclavizada, por imposición tiránica de los que de verdad los tiranizaron, en lo que no entran (salvo excepciones que puedan justificarse) la colonización española.

La realidad de hoy se aprecia simplemente, consultado el “PIB” (Producto Interior Bruto) de los dos países en que se divide hoy la isla; República Dominicana y Haití; amén de todos los indicadores de la marcha de ambos países; cuyas distancias, “son astronómicas”. Consultando ello en Internet, se sabe rápido.

Y recordemos el que “la esclavitud de los negros”; nace y es debida a otros negros, que los cazaban en sus zonas africanas, y luego los vendían a los traficantes negreros, que peor que al ganado y en inmundos barcos de la época, los trasladaban “a los mercados” americanos, a los que no llegaban todos, puesto que grandes cantidades, morían en el “camino” y eran tirados como basuras, al océano.

Y terminemos este tramo de mi artículo, señalando a los muy poderosos, norteamericanos y su imperio actual; que no han sabido aún, integrar a su enorme población negra, pese (y ello se olvida) a que aparte de lo que han trabajado en la creación de la riqueza norteamericana, también fueron empleados como “carne de cañón”, en su terrible guerra civil (y otras posteriores), donde el país se dividió en dos partes, la una partidaria de la esclavitud; y la que venció, partidaria de su abolición (idea de un buen presidente cual fuera Abraham Lincoln; al que luego “premian”, asesinándolo); pero que esa abolición ha sido “sobre el papel”, va para dos siglos, y sus tormentas y consecuencias violentas, siguen, como recientemente se ha demostrado en hechos ampliamente difundidos por la prensa mundial.

Recordemos como algo sorprendente, que es Haití, la segunda nación americana que consigue su independencia y tras la de los Estados Unidos norteamericanos; cosa que les llega, por “los efluvios” de la “Revolución Francesa”; cuyos efectos en Haití se realizan en forma de terribles venganzas sangrientas, que acaban con la población de raza blanca; la que es asesinada y los restos de la misma, expulsados; pero todo lo que vino después ha sido desastre tras desastre; y sólo leyendo superficialmente su historia, se puede comprobar ello. Sencillamente, no han aprendido a gobernarse, ni aun de la forma más deplorable que el resto de estados americanos; de las que hay excepciones a señalar, como Costa Rica, que abolió hasta el ejército; dando un ejemplo al resto del mundo.

Ni la iglesia católica (“francesa en este caso”) ni la cultura de igual país; al contrario de lo que ocurriera con las españolas, que colonizaron, educaron y enseñaron instalando incluso universidades… han servido en ese desgraciado país, para encauzarlo en la que aun no siendo perfecta, pero es la más avanzada de las culturas mundiales, o sea, “la Occidental”.

Todo ello ha llevado a esa “descomposición y destrucción desoladora de ese país. Y no se me aduzca lo de “las calamidades naturales como puedan ser los terremotos y marítimas”, que ellos suponen lo usual en todo el mar Caribe.

Tristemente las huidas de hoy en masa y camino de los Estados Unidos u otros destinos; no tienen solución, puesto que de estos, los expulsan y los vuelven a sus lugares de origen, “puesto que nadie quiere cargas que no le pertenecen”; y la caridad, en forma de limosneo; sólo sirve, para que los indeseables que siempre ha habido en Haití, recojan “las limosnas” y se las queden; puesto que los culpables de todos los desastres haitianos, no son otros que los malos y peores gobiernos que han sufrido, soportado y que aún soporta, ese terreno isleño conocido como Haití.

Es; y terminando, lo que dice muy acertadamente la sentencia verdaderamente cristiana…“Ayúdate que Dios te ayudará”; o lo que más antiguo, nos vino de la civilización china… “No des un pescado al hombre. Enséñalo a pescar”. En la vida no hay milagros; sólo hechos positivos o negativos; y el resultado es siempre consecuencia de los mismos.

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