Canelo Alvarez y la obligación de ganar

POR CARLOS NINA GOMEZ
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Saul «Canelo» Alvarez, en su seria pelea -que será tal vez el reto más grande de su trayectoria en los ensogados mundiales- con Gennady Golovkin, está en la obligación de ganar. Si, salir airoso y hacerlo de manera contundente.

El 17 de septiembre, en el coliseo T-Mobile de Las, Vegas, Nevada, el estelar boxeador mexicano volverá a contender con su archirrival con quien protagonizó dos controvertidas peleas en los años 2017 y 2018.

Este tercer combate, en el que estará en disputa el campeonato del peso supermediano (168 libras), completará la tan reclamada y necesaria trilogia.

El pasado siete de mayo, en el mismo escenario (T-Mobile), Canelo Alvarez sufrió una amarga derrota -que resultó una sorpresa- ante el ruso Dmitry Bivol quien revalidó su cetro de los semicompletos.

Tras su fracaso, apenas el segundo de su exitosa carrera que registra 57-2-2 con 39 victorias por nocaut y la conquista de cuatro títulos mundiales en diferentes categorías, parecía que se iba a pactar una revancha directa con Bivol. Pero no ocurrió.

Ahora, en su tercera batalla con Golovkin, el mexicano ni en sueño debe caer derrotado. Porque otra derrota -corrida- constituiría una terrible frustración en su carrera profesional.

Y no solo una frustración para él, sino también para su gran equipo y, obviamente, para los millones de mexicanos que lo idolatran.

Pero insisto, ahora, que Canelo Alvarez tiene la «necesidad» de lograr el triunfo sobre Golovkin el 17 de septiembre, no debo emitir un criterio acabado concerniente a quién debe salir por la puerta del éxito.

.Todavía sin pronósticos

Como lo precisé en mi artículo anterior, todavía es extemporáneo para pronósticos, aunque es lugar anotar que Canelo Alvarez y Golovkin, por lo que se observa, tendrán una batalla campal

Podría ser una pelea más dura y reñida que las dos anteriores que también se montaron en la monumental ciudad de Las Vegas.

No habrá round de estudio cuando comience el pleito… porque ambos púgiles subirán al cuadrilátero a ¡quitarse todas las ganas!