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Opiniones

¿Quién controla a la humanidad?

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Por Manuel Vólquez.-

Los geofísicos y geólogos modernos estiman que el planeta donde vivimos existe desde hace 4,543 millones de años y todavía estamos debatiendo sobre nuestros orígenes.

El origen del hombre ha sido un controversial tema analizado en los escenarios bíblicos y científicos. Aún existen dudas de si evolucionamos de los primates o si fuimos creados por un Ser subjetivo que le llaman Dios a quien le atribuyen haber creado al hombre con barro y en seis o siete días a todos los demás seres vivos, mares y ríos del planeta Tierra. ¿De dónde provino ese Dios del que nadie conoce su rostro?

Siempre he tenido curiosidad sobre esas cosas, me apasionan, por lo que mantengo siempre la búsqueda de informaciones en la biblioteca virtual y encontré lo que sigue a continuación. Algunos detalles los he visto en documentales de History Channel:

¿Los humanos descendemos de alienígenas?

El Movimiento Veganista Emergente sostiene que los humanos descendemos de los alienígenas, que en el planeta Tierra conviven con seres extraterrestres que se camuflan entre las personas.

La ufóloga colombiana, publicista y licenciada en Teología, Andrea Victoria Cano, junto con integrantes de ese Movimiento, dictó una cine conferencia denominada “Proyecto Ovnis 2” en la que señala que el objetivo de esta actividad es orientar a las personas respecto al fenómeno alienológico, pues la información relacionada con este asunto fue manipulada y distorsionada por el “sistema que rige en el mundo”, impidiendo que la humanidad se entere de la verdad.

Detrás del fenómeno Ovni, asegura ella, hay una gran conspiración que el Movimiento Veganista Emergente se encarga de denunciar. La información que esta transmite rompe con las enseñanzas transmitidas a la humanidad a través de la Biblia, especialmente por las iglesias católica y evangélica cristiana, respecto al origen y la creación del hombre.

Asimismo, va contra la teoría científica de la evolución de las especies de Charles Darwin, que desde el siglo XIX se fue transmitiendo en todos los establecimientos educativos del mundo.

La experta asegura que los humanos fuimos creados para ser esclavos. La Teoría de la Creación Alienígena argumenta que el hombre es producto de un experimento genético realizado por una raza alienígena reptiliana, entidades superiores en inteligencia y tecnología que llegaron a la Tierra desde muy lejos. “Nuestro ADN es alienígena porque somos su experimento”, dice la ufóloga.

Sostiene que los alienígenas nunca se fueron de la Tierra y que actualmente están gobernando este planeta, por encima de las administraciones de las grandes potencias del mundo que, según esta postura, saben y permiten que los extraterrestres controlen a la humanidad.

“Lo que ellos quieren es que la humanidad pueda reactivar la divinidad olvidada, el honor, el amor, la lealtad, el compromiso; o sea, las cosas que hacen que uno sea diferente. Porque ahora las personas están totalmente perdidas en un mundo material, banal y consumista”, afirma.

Según esta investigadora, “los humanos no podemos estar en contacto directo con las deidades porque perdimos nuestra espiritualidad y virtudes, hecho que puede ocasionar que un encuentro con ellos sea fatal. También están los “grises”, unos seres pequeños con cabezas grandes y enormes ojos oscuros que son los que están en más contacto con los humanos. Todo siguiendo la creencia de los veganistas emergentes, ellos (los grises) son productos genéticos, una creación de alienígenas; perversos, tienen fascinación por la sangre y las vísceras humanas y de animales. Siguen las órdenes de las deidades cósmicas “negativas” y están a cargo de la abducción de personas y animales, además de la experimentación, la clonación e implantación de chips en las personas abducidas”.

Así también, los creadores de los humanos, los seres “negativos”, que hicieron posible esa hibridación, quieren que el hombre siga en el planeta Tierra, se alimentan de su dolor y de su decadencia y no solo eso, sino que desean que la humanidad llegue a su máxima declinación para exterminarla con ese pretexto. En cambio, las entidades positivas quieren que los humanos entren en contacto con el protocolo del contacto alienígena para abrir la mente, liberar el espíritu y no seguir más condenados al ciclo de la muerte.

Victoria dice que el objetivo de la difusión del protocolo de contacto alienígena es que la gente se prepare espiritualmente, ya que se viene una conflagración catastrófica entre los extraterrestres y los humanos.

“Con ese fin están organizando un ejército de clones para una batalla final, para un Armagedón. Algo está a punto de suceder y nuestro deber es hacerle saber a la gente que puede luchar con el honor, la lealtad, fidelidad, poniendo en práctica los valores, porque la guerra es espiritual”, alerta la experta.

Según su posición, todas las personas tuvieron injerencia alienígena. Por ejemplo, a través de la parálisis del sueño, el desdoblamiento astral, “cuando sientes que caes en un vacío, o cuando sientes una fuerte presión, en esos momentos están actuando los visitantes de dormitorio, o sea, los grises están en proceso de clonación…”. Al día siguiente estos hechos no se pueden recordar, se necesita de un proceso de hipnosis para hacerlo.

Destaca que “son muchas cosas que están saliendo a la luz y los gobiernos que están conspirando ya no pueden ocultar más la información, ahora con la tecnología y la rapidez en la información ya no hay tabús ni estigmas. Hoy en día para muchos es fácil registrar con sus celulares muchas cosas que se hacen virales en segundos”.

Concluye con la siguiente reflexión: “Es necesario salir de la zona de confort y preocuparse por lo que está pasando, la gente piensa que ‘lo que no me llega, no me toca’, pero llegará y a tal punto que se saldrá de las manos de todos; ahí recién buscarán ayuda. Hay que recordar a la gente que la prisión está dentro de nosotros mismos. ‘La verdad os hará libres, pero la mentira creyentes”. (Fuente: Evelyn Campos López, correodelsur.com, 23/10/2016 ).

Concluiremos en la próxima entrega.