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Opiniones

Se incrementa el activismo político

Publicado

en

POR JOSÉ PIMENTEL MUÑOZ
([email protected])

Tal como habían previsto los analistas del voluminoso paquete de medios de comunicación con que contamos, al arrancar 2023 se ha calentado la pista del gran prix político cuyo banderazo final se dará en mayo del próximo año.

Son muchas las cosas de diferentes matices que estamos viendo y oyendo en el para muchos fascinante y para otros odioso, mundo de la política criolla, donde se mueven especímenes muy variados.

¿Qué nos ha llamado la atención en los últimos días?

Seis meses después de haberse anunciado su constitución por fin ha dado la primera señal de vida el “grupo”Mayoría Constructiva, que se lanzó en julio del 2022 en frio acto en un hotel de tres estrellas de la avenida Sarasota.

Aquella vez publicamos, siguiendo comentarios que se hacían en los mentideros capitalinos, que no se sabía si ese átomo político pretendía ser competencia de Participación Ciudadana y de Transparencia Internacional o si en el fondo laboraría como tendencia abierta o tentáculo subrepticio de una de las grandes organizaciones.

La cuestión es que en la presente semana el que se identifica como coordinador general de Mayoría Constructiva (Alejandro de Jesús Abreu, quien durante tres años actuó nada más y nada menos que como Director de Comunicaciones del PRD) ha enviado a los medios de prensa la primera parte de un “análisis” titulado“Para quién gobierna el presidente Luis Abinader?”.

Alejandro Abreu y su infantería.

El trabajo no tendría mayor significación si no fuera por la evidente intención del autor de congraciarse con el actual mandatario y régimen, del que fue agrio opositor desde su posición de Director de Comunicaciones del PRD aliado al PLD, donde espantó la mula tras la debacle electoral.

Abreu, hombre de muchas teorías, efímero comentarista de televisión, consigna esta lindura en el pretendido análisis que produjo y remitió:

“La pregunta¿para quién gobierna el presidente Luis Abinader?,es pertinente por ser una administración novedosa y porque ha tenido que operar como un gabinete de administración de una cadena de crisis, como la pandemia del COVID, la carestía del transporte marítimo y distorsiones en el suministro de bienes, la guerra en Ucrania y sus repercusiones en la reducción y carestía de la oferta de energía, derivando en una ola inflacionaria global, aún vigente”.

Abreu remacha su nueva simpatía con estas expresiones:“El gobierno ha salido airoso en superar la pandemia, recuperar el crecimiento económico, garantizar la seguridad alimentaria, el abastecimiento energético y controlar la inflación, mientras la nave del Estado mantiene la dirección correcta”.

Y le pone la tapa al pomo con esta aseveración:Salvo expresiones de la oposición, la mayoría de los dominicanos reconoce la buena labor realizada y valoran que el presidente Abinader esté seriamente comprometido con la creación de empleos, la protección social, el control y la sanción de la corrupción y el desorden migratorio”.

Aunque el trabajo de Alejandro Abreu ha tenido escasa resonancia, esta semana escuché comentarios sobre el mismo que vertían contertulios del coquetón lugar conocido como El Cafezito, en Bella Vista Mall, donde en las tardes un grupito, en varias mesas, se reúne a analizar la situación nacional.

Uno de los contertulios se preguntaba si los juicios del sociólogo -a los que tiene absoluto derecho- son compartidos por sus amigos que en julio pasado le acompañaron en el hotel W&P Santo Domingo al lanzamiento deMayoría Constructiva.

Me sorprendí cuando dos de los contertulios citaron con su nombre y apellidos a algunos de esos amigos de Abreu (a quienes no conozco). Recuerdo que se mencionó a Andrés Martínez, Manuel Matos, Rosalina Camilo, Edwuard Caraballo, Marinín Rodríguez, Francisco Regalado, Ricardo Mojica, Francisco Morillo, Ciriaco Antonio, Rafael Espinal, Clara González, Wilson Roa, Pablo Fernández, Pedro Molina, Isis Rojas, Miguel Angel Severino, Ricardo Rosario, Wally Abreu y Bernardo Matías.

Los avispados comentaristas de El Cafezito decían no saber si toda esa gente, definida de buena calidad, había cambiado posiciones políticas anteriores y ahora respalda al gobierno, siguiendo como mascotas a Abreu.

(*) El autor es periodista.

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