Fallece Jesús Rojas Alou, leyenda del béisbol dominicano

Santo Domingo.-La Junta de Directores de la Liga de Béisbol Profesional de República Dominicana (LIDOM) envió su más sentido pésame a la familia Rojas Alou por el deceso de Jesús Rojas Alou, el más joven de la legendaria trilogía de los hermanos Alou.

Mediante un documento de prensa, la instancia más alta de LIDOM, compuesta por las seis franquicias y el presidente de la liga, lamentó profundamente la muerte de este ícono del béisbol dominicano, quien tuvo una prolífica carrera que incluyó su paso por cinco organizaciones de Grandes Ligas. “Nuestro béisbol está luto”, declaró el presidente de Lidom, Vitelio Mejía Ortiz, quien preside además la Junta de Directores. “Jesús paseó su gran talento por la liga dominicana dejando huellas que su fallecimiento no podrá borrar. Elevamos nuestras oraciones para que Dios conceda resignación a sus familiares, muy especialmente a don Felipe y a sus hijos Moisés y Luis”.

Por su formidable carrera tanto en República Dominicana como en Estados Unidos, el expelotero fue entronizado al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano en la clase de 1998.

En la liga invernal dominicana, Rojas Alou jugó 12 temporadas (dos etapas) con los Leones del Escogido y otras siete con los Tigres del Licey. Con los Leones, el jardinero ganó cinco campeonatos (1959-60, 1960-61, 1968-69, 1980-81 y 1981-82). Con los Tigres fue campeón en las temporadas de 1973, 1977 y 1980.

En la contienda de 1961 fue escogido Novato del Año en LIDOM tras una temporada en la que lideró el circuito con 69 imparables.

Jesús bateó sobre .300 en 11 de sus 20 campañas en LIDOM y su promedio de por vida quedó en .302.

En 792 partidos, conectó 865 hits y ostenta varios récords en la liga otoño invernal. En Grandes Ligas, debutó con los Gigantes de San Francisco en 1963. Su mejor average en una temporada completa fue de .306 con los Astros de Houston en la contienda de 1970.

Fue parte de la historia del béisbol cuando el 15 de septiembre de 1963 se convirtió, junto a Felipe y Mateo, en la primera trilogía de hermanos que patrullaba los bosques en un encuentro de Grandes Ligas con los Gigantes de San Francisco.