Las mipymes y la exportación de productos étnicos

Por Samuel Sánchez E.

En la sociedad global e interconectada que vivimos hoy y frente a la necesidad de buscar mercados para generar moneda fuerte en unos casos, la colocación de excedentes de producción en otros, la implementación de acuerdos de libre comercio y el tránsito de capitales de una sociedad a otra con toda libertad, no así la movilidad de los trabajadores; economías pequeñas como la dominicana, debe explorar posibilidades de crecimiento y desarrollo que le permitan nadar en estas aguas y salir a flote.

República Dominicana, necesita colocar productos del agro en el mercado estadounidense por diversas razones, sin negar el reto de vincular los procesos de producción nacional con el desarrollo de la ciencia y la tecnología, para precisamente mejorar la calidad de servicios y producción y estar a la altura de la demanda del mercado actual.

Ahora bien, mientras avanzamos en el fortalecimiento de las matemáticas, lenguaje, idiomas y la multiplicación de los “community college” en toda la geografía nacional, necesitamos continuar abriendo puertas en el área económica y a mi juicio, la exportación de producción local sigue siendo la vía inmediata para alcanzar metas a corto, mediano y largo plazo.

Hay un nicho de negocios que hemos aprovechado poco o casi nada, tiene que ver con esos productos étnicos – nostálgicos que la comunidad dominicana en el exterior añora día a día, no solo por necesitarlos, sino y sobre todo por la conexión espiritual y la cercanía a la tierra que, imaginariamente, produce su consumo. Es sentir que somos leales a la patria cuando consumimos una menta de “guardia”.

El ejemplo concreto de lo dicho lo es un pequeño esfuerzo de mercancías traídos desde el país por un emprendimiento en la zona de El Bronx; da gusto ver la fila que se forma para comprar productos del “patio”.

Tomando en cuenta esa realidad una vía para aumentar las exportaciones de productos dominicanos a territorio estadounidense, sin que ello implique la búsqueda riesgosa de mercados, es la importación masiva, inteligente, bien planificada, de productos étnicos que satisfaga una demanda real de nuestra comunidad en todo lugar donde haya un dominicano/a.

Ese posible programa puede desarrollarse a través de mypimes especializadas en productos étnicos que la comunidad nuestra añora por su valor cultural y nostálgico

Esta propuesta tiene varios propósitos: promover y generar micros y pequeñas empresas de importación – exportación en la Republica Dominicana y la comunidad nuestra en el exterior en una especie de proyectos “siameses” que genere empleos de calidad en ambos lados de la ecuación; y por otro lado, darle satisfacción a una demanda real de la comunidad en el exterior por los productos de le representan a nivel cultural y que lo hacen singular.

El éxito de un programa de exportación-importación de productos étnico, no debe caer en las manos del gran capital, pues perdería su naturaleza y concentraría los beneficios en muy pocas manos lo que equivaldría a mantener el empobrecimiento tanto en dominicana como en el exterior.

Esta seria una gran oportunidad para mejorar el desempeño y ampliar el dinamismo económico de nuestra comunidad, con productos de fácil colocación por ser mercancías que van dirigidas a un mercado que lo conoce, lo extraña y lo consume.

De igual manera y a propósito de la baja calidad de los empleos de las minorías en los Estados Unidos y frente a la necesidad de empujar una forma legítima que nos permita cumplir los compromisos financieros cada mes, el impulso de micro y pequeñas empresas locales vendría a reducir esa brecha y mejorar sustancialmente las condiciones de vida de familias completas en nuestras comunidades.

Se hace necesario que el Ministerio de Industria, Comercio y Mypimes, vea esta gran oportunidad y que en coordinación con instituciones y/o empresas dominicanas en Estados Unidos (en este caso) se establezcan lazos que den paso a mayor exportación de productos de la tierra nuestra y que se pueda establecer cuales apoyos son necesarios para alcanzar el propósito.

Los oficiales electos dominicanos en el exterior, el gobierno dominicano y sus autoridades locales, buscan con frecuencia, como “devolver” de alguna manera el enorme esfuerzo nuestro expresado en las remesas, esta es una gran oportunidad y seria cuestión de establecer un puente entre las micro y pequeñas empresas de allá y, por ejemplo, la cámara dominicana de comercio en los Estados Unidos, gremios como los bodegueros, supermercados y otras instancias, establecer una mesas de trabajo y echar mano a la acción posible que concrete esta quimera.

La mesa de trabajo propuesta debe identificar los retos, sectores locales y su contra parte nacional que pueden involucrarse, entrenar sobre la cultura empresarial a los interesados, garantizar un proceso permanente de capacitación respecto a los requerimientos estadounidenses para la importación de los productos envueltos, dar seguimiento a los procesos y generar un salto de calidad que de una vuelta a la página.