El nano comercio, migrantes y las leyes en USA (1 de 5)

Por Samuel Sánchez E. (*)

Con frecuencia conocemos propuestas para el financiamiento de pequeños negocios en diferentes instancias del gobierno e incluso de fundaciones privadas; sin embargo, los criterios para que un muy pequeño negocio pueda calificar, dejan fuera a un porcentaje importante de “emprendimientos” pues por su estructura, tamaño etc. no le permiten recibir oxígeno económico que llega a otros sectores comerciales.

Quienes, como, cuando y por qué, establecen los criterios para definir los tipos de “emprendimientos” regenteados por minorías, con poco capital, sin líneas de crédito, tratando de producir dinero día a día (cheleando) y operar con altísima precariedad y regulaciones de diversos tipos que le dificultan mantenerse a flote. Es bueno establecer quienes definen estas políticas publicas (si hay alguna que tome en cuenta a este sector especifico de comercio) saber quien o quienes nos definen, nos aproxima a entender hasta donde conoce este sector y que tan acertado puede ser en su criterio; también es valioso saber como lo define, si desde un escritorio de la agencia estatal para la que trabaja, tomando como referencia estudios académicos o interactuando con los sujetos sociales envueltos; Cuando se definen tareas para intervenir a favor de estos actores económicos invisibles es importante porque nos permitirá saber si se hace por la presión de determinada coyuntura, por la presión de los medios o producto de una visión de corto, mediano y lago plazo; esta última información podría darnos respuesta del por qué.

Necesitamos construir un marco referencial que dé pasos a la ubicación en el lugar correcto de estos esfuerzos de sobrevivencia; para aproximarnos a este marco, vamos a tomar prestado de la tecnología la palabra nano y establecer un paralelismo con los muy pequeños comercios que pululan por cientos en nuestras comunidades y que por su condición podríamos decir, son invisibles ante los ojos de las autoridades, el sistema financiero y las propuestas políticas de reforma social, económica y de impuestos locales, estatales y federales.

Debo establecer que el término nano, aplicado a los muy pequeños comercios, se lo escuché al comunicador José Luis Mendoza, término que me parece apropiado para ubicar en una categoría concreto, a esos muy pequeños negocios que muchos llaman “emprendimientos” (traducción del término en ingles entrepreneur) y que no tienen presencia en el marco de las definiciones en los Estados Unidos y por lo tanto no tienen posibilidad de apoyo gubernamental, pues son sencillamente invisibles.

¿Qué significa nano y a que se aplica? “nano es un prefijo del Sistema Internacional de Unidades que viene del griego vavoc, que significa enano, y corresponde a una mil millonésima parte de un metro, es decir un nanómetro”.

En una síntesis forzada, podemos decir que la nanotecnología es la optimización de la tecnología en un tamaño cada vez menor y con mayor eficiencia; sin embargo, la aplicación de la expresión nano, que le daremos en este trabajo, dista un poco de los efectos positivos que ha traído a la tecnología.

¿Como definimos un “nano comercio”? es un pequeñísimo esfuerzo personal que vende y/o promueve productos y/o servicios en su comunidad inmediata, casi siempre con un solo empleado (el dueño o dueña) y que en algunas ocasiones puede llegar a generar hasta 10 empleados. Ahora bien, el caso mas común es que un “nano comercio” el propietario es quien atiende a los clientes, hace y recibe los pedidos de mercancías y mantiene su espacio físico en condiciones de recibir clientes, entre otros.

Esta categoría, “nano comercio” incluye a: Salones de bellezas, salones de uñas, bodegas, vendedoras de ropa, preparadoras de catering, vendedores ambulantes, taxistas livery, servicios de contabilidad e impuestos, colocadores de letreros, pintores, trabajadores de construcción, reposteras, entre muchos otros.

Con respecto al tema legal y el “desajuste” de estos esfuerzos, es bueno acotar, que las leyes son impulsadas y aprobadas por los sectores sociales y económicos que tienen el control del estado y además, responde a realidades concretas y a momentos históricos concretos y sectores específicos de poder político y económico; de ahí la importancia de “controlar” cuotas de poder que permita negociar con otros sectores, cuotas que beneficien a todos los grupos sociales de una comunidad, un estado y por que no, del país.

El cambio demográfico de los Estados Unidos, los cambios en la forma de hacer negocios de algunos segmentos de la sociedad, (de sobrevivencia) y la diversidad que producen estos dos elementos, requiere que agencias tan importantes para soporte y desarrollo de los pequeños negocios, contemple a estos nuevos “comerciantes”, revise sus criterio de clasificación y diseñe políticas adecuadas que permita la inserción de esta franja de negocios en las políticas públicas; pero además, que apliquen acciones orientadas a que estos nano-comercio, conozcan como le afectan y/o le benefician las leyes locales, estatales y federales.

Estos nano-comercio o “emprendimientos” no podrán subir un escalón más allá de la sobrevivencia, si no reciben la atención adecuada que si tienen negocios tradicionales y contemplados en la ley.

La pandemia del Covid-19 evidenció los altos niveles de fragilidad de estos nano-comercio pues las leyes aprobadas para dar soporte a los negocios y evitar su colapso total, no contempló estos esfuerzos y cuando se abrió una pequeña brecha, fue extremadamente desordenada y la calificación casi imposible. No porque no hubiese voluntad en el SBA u otras agencias, sino porque nunca se contemplaron los negocios de sobrevivencia.

La invisibilidad que sufren los nano-comerciantes debe ser superada con tareas orientadas primero hacia los comerciantes mismos, para que no sigan “comprando” el espejismo de que son “empresarios” entiendan su realidad y sobre esa base se propongan cuotas de poder desde donde negociar un trato distinto de las autoridades; cuando digo distinto, no digo privilegios, digo procesos donde sean incluidos en igualdad de condiciones.

Por otro lado, se debe trabajar con los oficiales electos para que entiendan e interprete esta realidad no prevista en la legislación de la ciudad, el estado y el gobierno federal y que su deber como representantes de distritos donde el nano comercio tienen presencia, es hacerlos visibles ante las autoridades.

(*) El autor coordina la Mesa Latina para Pequeños Negocios Latin Table for Small Business.

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