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Reflexión:La Tentación 3

Jesus1 POR SUSANA MORENO.-

…¡AY DEL QUE ESTÁ SOLO! CUANDO CAIGA NO HABRÁ OTRO QUE LO LEVANTE” (Eclesiastés 4:10b) Si te encuentras atrapado en un ciclo repetitivo de buenas intenciones, fracasos y culpas, ¡no podrás salir de él por ti mismo! Algunas tentaciones pueden ser vencidas con la ayuda de un amigo comprometido que ore por ti y te hace ser responsable, pero tu tienes que ser positivo y reconocer que andas mal. Hacerte transparente es parte de la solución para tu lucha solitaria. Escucha: “Confesaos vuestras ofensas unos a otros y orad unos por otros, para que seáis sanados” (Santiago 5:16). 

Los problemas no hacen más que crecer en la oscuridad, pero cuando los sacas a la luz, “se encogen”. Tu malestar tiene una relación directa con los secretos que guardas en tu corazón.Satanás quiere que pienses que tus tentaciones son únicas, para que nunca las compartas con los demás y te sientas culpable. Eso no es cierto; ¡todos luchamos contra las mismas tentaciones! La razón por la que escondemos las nuestras es simplemente – ¡por orgullo! Si tú mismo hubieras podido manejarlo, ya lo habrías hecho,¿no? Tener fuerza de voluntad y determinación personal no es suficiente. Tus problemas están demasiado arraigados en tu vida, son excesivamente recurrentes y grandes para resolverlos por ti solo.

Por lo tanto, si necesitas ayuda hoy,¡humíllate y pídela! Solo en Jesus podemos encontrar la salida, confiesale tus preblemas y ten fe a que El te librara del pecado y te ayudara a salir adelante. En las circunstancias adecuadas, ¡todos podemos caer en pecado! Por eso Santiago escribió: “Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros” (Santiago 4:7). Solamente cuando estás completamente sometido a Dios, tendrás el poder para levantarte, contraatacar y triunfar, tenes que poner de tu parate para salir adelante siempre poniendolo en la manos de Dios. Pero recuerda que es una lucha, y ésta comienza cada día cuando te despiertas por la mañana. Estás en territorio enemigo. ¡Nunca lo olvides! “¿Pero cómo puedo superar esas tentaciones?”, preguntas. Mira la contestación de Pablo: “Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios” (Efesios 6:17).

Empieza comprometiendo tu vida a Cristo. No podrás decirle: “No” al diablo hasta que no le digas primero: “Sí” a Cristo. Sólo con el “yelmo de la salvación” está tu mente a salvo. Dios te bendiga y te guie cada dia.

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