LA CRISIS DE LOS SOCIALCRISTIANOS

El domingo 17 de este mes de noviembre se celebrarán las elecciones presidenciales en Chile, la única interrogante en cuanto al resultado es si Michelle Bachelet, la candidata de Nueva Mayoría, logrará los votos suficientes para ganar en la primera vuelta electoral, las últimas encuestas le asignan un 47% de intención de voto.

Nueva Mayoría está constituida por los partidos que formaban la Concertación de Partidos por la Democracia a la que se sumaron otros partidos de izquierda. El pasado 30 de junio celebraron una elección interna, donde cuatro candidatos se disputaban con Bachelet la candidatura, la gran sorpresa de esa elección fueron los resultados del candidato de la Democracia Cristiana, Claudio Orrego, quien sólo obtuvo 8% de los votos.

Estos resultados dan una idea de la crisis que sufre la DC chilena, que al principio de los años 90 era el partido hegemónico de la Concertación; la falta de renovación de su dirigencia histórica, desvinculada de sus bases de apoyo y posiciones ideológicas rígidas, parecieran provocar esta falta de apoyo popular.

No hay dudas que la DC será parte de los partidos ganadores en las elecciones chilenas, pero en condiciones de inferioridad con las fuerzas socialistas que son amplia mayoría en los 14 partidos que conforman Nueva Mayoría.

NO SOLO ES EN CHILE

Los partidos de ideologia demócrata cristiana y social cristiana, ambas comparten el humanismo pero con enfoque diferente en varios aspectos, desde hace mas de 20 años vienen perdiendo vigencia hasta en lugares donde su popularidad los hizo gobernar durante muchos años.

La disminución de participación en espacios de poder, tanto en los gobiernos ejecutivos, legislativos y locales; es notoria en los países que dieron origen a este movimiento de partidos occidentales con un gran influencia, sobretodo en el periodo de post guerra; recuérdese que fue Konrad Adenauer, fundador de la CDU (partido demócrata cristiano alemán) el ideólogo y cabeza del plan de reconstrucción de la Europa destruida después de la segunda guerra mundial.

En América latina, el continente con mayor población cristiana-católica del mundo, los partidos de ideología social y demócrata cristiana han tenido un papel prominente, siendo cabeza de gobierno en varios países: Chile, ha tenido tres presidentes de la DC: Eduardo Frei Montalva, Patricio Alwyn y Eduardo Frei-Ruiz Tagle; Venezuela con el COPEI: Rafael Caldera y Luis Herrera Campins; El Salvador: José Napoleón Duarte; Guatemala: Vinicio Cerezo; Costa Rica: Rafael Angel Calderón, Miguel Angel Rodríguez y Abel Pacheco; en Mexico: Vicente Fox; en Paraguay: Fernando Lugo y en República Dominicana: Joaquín Balaguer.

Al dia de hoy no queda en nuestro continente ningún gobierno que esté encabezado por un partido de ideología demócrata o social cristiana, todos han ido a la oposición, algunos están en franca vía de desaparición.

Si esto no es una crisis de estos partidos, que comparten una misma base ideológica, entonces la palabra crisis perdió su significado en el idioma español.

EL CASO DE ITALIA

Italia es el pais que contiene al Estado del Vaticano, el corazón de la iglesia católica y sede de los originales de las encíclicas papales que dieron origen al pensamiento demócrata cristiano al final del siglo XIX.

El caso de la DC italiana es digno de un estudio pormenorizado, que podría evitar cometer los errores que llevaron a la DESAPARICIÓN de ese partido (si, asimismo, los partidos políticos desaparecen aunque algunos no lo crean).

Fundado en 1942 por Alcide De Gasperi, sobre el trabajo de las juventudes católicas italianas, se convirtió en la fuerza dominante de todo el periodo de post guerra y reconstrucción de la naciente República Italiana (antes de la guerra era una monarquía).

Durante 50 años (1944-1984) la DC de Italia fue el partido mas votado en todas las elecciones realizadas en ese país y por lo tanto participó en solitario o aliado a los socialistas moderados, en todos los gobiernos que se constituyeron durante ese largo periodo de tiempo.

Solo 10 años después, de ser segundos en votación, en 1994, la DC es disuelta como partido político, ahogada en múltiples escándalos de corrupción y por su alianza demostrada con grupos del crimen organizado.

Es decir, en el país donde se supone, por ser católico y tener la influencia del papado en su territorio, debería existir el partido demócrata cristiano mas fuerte, no pudo sobrevivir en medio de los escándalos, sobretodo alrededor de Giulio Andreotti, uno de sus últimos líderes.

EL CASO DOMINICANO

Causa risa y pena al mismo tiempo, la posición de algunos que, fundamentan la disminución electoral del Partido Reformista Social Cristiano en el país, a una supuesta pérdida de identidad y a la política de alianzas que ha mantenido un grupo importante de ese partido encabezado por su actual presidente Carlos Morales Troncoso.

Si analizamos friamente el tema de la identidad, es un ejercicio de analfabetismo político pretender crear una identificación de grandes núcleos de votantes alrededor de colores y símbolos históricos; ni siquiera la Unión de República Socialistas Soviéticas desde el poder, pudo mantener la fidelidad de su pueblo a la bandera roja del comunismo y a la simbología que representaba la hoz y el martillo.

La identidad de un partido es sinónimo de identificación, y esta a su vez parte de toda una serie de propuestas de cambios estructurales de la sociedad, con una cosmovisión eminentemente ideológica.

Es decir, el PRSC para readquirir lo que muchos llaman su identidad, debería hacer una introspección y definir primero que grupos económicos y sociales representa y cual es el nicho de población a quienes va a dirigir su discurso de cambios.

Para delinear lo que son las propuestas de cambio debe a su vez partir desde los principios del humanismo cristiano, que son: 1. La Dignidad de la persona humana, 2. El bien común sobre el individualismo, 3. La subsidiariedad, protección de la familia en el sentido cristiano, 4. Respeto a la propiedad privada con defensa del medio ambiente creado por Dios para disfrute de todos, 5. Participación Social y 6. La existencia de una ley moral tanto colectiva como individual.

Teniendo como marco esos principios, entonces se podría hablar de identificación y renovación, a partir de una fuerte base ideológica.

Para nosotros ese era el objetivo del presidente y fundador del PRSC, Joaquín Balaguer, cuando en 1982 convirtió al antiguo Partido Reformista en Social Cristiano.

En la visión de Balaguer, no iba a ser posible en el país que estaba construyendo, la existencia de un partido dependiente únicamente de su persona, destinada a desaparecer como todos los mortales, sin que se construyera la cohesión necesaria para su supervivencia, a partir de la creencia común en aspectos fundamentales, que para el, estaban incluídos dentro de la ideología demócrata cristiana.

El social cristianismo para el reformismo, era la vía de cambio, de un partido personalista, alrededor de la figura de Balaguer, a un partido de dirección y acción colectiva, única forma de darle continuidad en el tiempo aun proyecto político partidista.

Incluso creemos, que el mismo Balaguer, presintiendo su muerte, intentó crear esa dirección colectiva, cuando en una reunión del Directorio Central Ejecutivo del PRSC en 1999, designó a Jacinto Peynado, Carlos Morales y Donald Reid (tres empresarios), para que dirigieran el proceso de transición hacia el liderazgo colegiado.

Intento que resultó en un natimuerto por el ambiente de desconfianza y falta de criterio de los que es un partido político, de parte de los que se dicen dirigentes del PRSC, situación que todavía en el día de hoy prevalece dentro de esa organización política.

CRISIS DE SUCESIÓN

La no sucesión al liderazgo de Balaguer, es, como todos los acontecimientos históricos, una situación creada y construida alrededor de los acciones de cada uno de los actores que intervienen en los diferentes procesos humanos.

La historia oculta de la crisis electoral de 1994, ¨el dardo de los Partos¨, que no era mas que el pedido de autorización a Balaguer para la construcción de 20 campamentos que iban ser ocupados por 20 mil refugiados haitianos cada uno, hizo renovar en Balaguer las posiciones nacionalistas que siempre mantuvo desde la época en que era funcionario del régimen de Trujillo.

Recuérdese, que sólo en el estrecho entre Haití y Florida, fueron detenidos casi 50 mil haitianos, que huían en frágiles embarcaciones, a causa del bloqueo implantado a su país, como presión al régimen de Raoul Cedrás, que había depuesto a Jean Bertrand Aristide en un golpe militar.

Si hay una verdad histórica, es que las elecciones de 1996 fueron impuestas, con efecto retroactivo de las modificaciones a la constitución, con el único objetivo de desalojar al PRSC y a Balaguer del poder y llevar al PRD y a Peña Gómez a la presidencia de la República.

Una lectura de la actitud de Balaguer en esas elecciones, lo que demuestra es su perfecta lectura de la realidad electora.

La aplicación de una estrategia de alianza con Leonel Fernandez y el PLD desde la primera vuelta en esas elecciones, la hizo con dos claros objetivos: evitar que Peña Gómez captara la mayoría del voto opositor y pudiera obtener el 50% necesario para ganar, y buscar un resultado favorable en segunda vuelta que impidiera el acceso al poder de lo que el llamó ¨manos extranjeras¨.

Logrado ese objetivo, Balaguer se dedicó en los últimos años de su vida a tratar de mantener al PRSC como una fuerza política importante.

Después de la derrota de 1998, buscó dejar su herencia política en las manos que consideraba mas adecuadas: fracaso total.

Al no poder construir la dirección colegiada que se planteó con Peynado, Morales y Read; tuvo que ceder, casi sin fuerzas a ser candidato nueva vez en las elecciones del año 2000.n

Quien suscribe posee las pruebas documentales de la trama que contra esa candidatura realizaron los que amarraron temprano ¨la chiva¨ con Hipólito Mejía; además como miembro de la Comisión Nacional de Campaña, viví en carne propia todo lo que se hizo para evitar que la candidatura del nonagenario líder pudiera subir en las encuestas y así permitir que Hipólito y su proyecto PPH ganara las elecciones en la primera vuelta electoral, aún sin llegar al 50% mas uno de los votos.

Fui testigo de las mentiras con que bombardearon a Balaguer en contra del PLD y su candidato Danilo Medina; pude enterarme de las reuniones que se hacían en casa de Leonardo Matos Berrido con el candidato del PRD, de parte de los nos acompañaban en la Comisión Nacional de Campaña.

También viví en carne propia los desaires que se hicieron al candidato del PLD de entonces, las presiones a que quisieron someter a Leonel Fernández para que promoviera una reforma constitucional y tratara de buscar una reelección, algo muy difícil de obtener y hasta de los mensajes que se enviaban en las vallas oficiales de la candidatura del PRSC a favor de Hipólito Mejía y su proyecto.

Los premios a la traición a Balaguer fueron visibles: La Liga Municipal Dominicana, La presidencia de la Cámara de Diputados, el Consulado de Puerto Principe, Ministerio de Industria y Comercio, Embajadas, Direcciones generales y toda una serie de prebendas entregadas por debajo de la mesa, pero cuyos depositarios pueden ser identificados fácilmente.

El pago de esta alianza funesta y oculta fue la aprobación, con los votos de TODOS los diputados del PRSC, la vicepresidenta de la Asamblea Nacional era Rafaela Alburquerque, de la puesta en vigencia de la reelección presidencial, aún cuando en esos días Balaguer vivía sus últimas horas en la clínica Abreu de la capital.

(El próximo sábado: El PRSC frente a su última oportunidad).