Cennect with us

Chispas!

RWANDA: EL CEMENTERIO COLECTIVO

Publicado

en

Dr-Humberto-SalazarPOR HUMBERTO SALAZAR.-
Rwanda es llamado el ¨país de las mil colinas¨ y está ubicado en la región de los grandes lagos en el mismo el centro geográfico de Africa.
Esta región, colonizada por Bélgica durante el reinado de Leopoldo II, es parte del llamado Congo Belga, cuyo nombre se debe al inmenso Rio Congo, que atraviesa el centro del Continente africano.
Se calcula que mas de 10 millones de africanos murieron por la explotación belga en los años del colonialismo, usados como mano de obra en la recolección de látex para la provisión del caucho usado en la naciente industria del automóvil.
TUTSIS Y HUTUS
Al llegar los europeos a esta región no existían los hutus y tutsis, durante siglos las tribus del centro de Africa se habían mezclado de modo que solo había diferencias de tipo económico o social.
Fueron los belgas, junto con la jerarquía católica, quienes al finalizar la primera guerra mundial, dividieron la población nativa en las dos etnias que se enfrentarían muchos años después.
En 1929, los administradores coloniales realizaron un censo que clasificó a los pobladores en dos grupos: el primero, tutsis, estaba constituido por aquellos que poseían mas de 10 vacas y los hutus, los que tenían menos de ese número.
La minoría tutsi, tendría derecho a la educación para ser soporte local a la administración de la colonia, mientras la mayoría hutu, no podría educarse y solo serviría como mano de obra barata o esclava.
Del conteo del censo surgió el 15% de minoría tutsi y el 85% de mayoría hutu, que es la línea que divide desde ese entonces a la población rwandesa.
EL ENFRENTAMIENTO
Algunos misioneros católicos, como protesta contra la participación de la jerarquía de su iglesia en esta división arbitraria, abrieron las puertas de algunos seminarios y escuelas a la mayoría hutu.
Al estallar la guerra de liberación contra los belgas en 1959, dirigida por los tutsis, Bruselas apoyó la creación del Parmehutu (Partido para la emancipación de los hutus), formado por los integrantes de la etnia que habían podido ingresar a las aulas y se planteaban la sustitución de la minoría tutsi de los puestos administrativos de gobierno.
Cuando llegó la independencia, la persecución se desató sobre los tutsis, quienes emigraron a la vecina Uganda y formaron el Frente Patriótico de Rwanda, que participó en la guerra civil de ese país, dándole experiencia militar y poder económico para invadir Rwanda años después.
Sin embargo, Francia y Bélgica dieron apoyo al régimen hutu, los tutsis fueron rechazados, quedando el país dividido tanto en su geografía como en su población: una parte era gobernado por el Frente Patriótico tutsi y la otra por la Juventud Habyarimana de los hutus.
LA MATANZA
El gobierno hutu estaba asentado en la capital, Kigali, y había elaborado listas de los lugares donde residían los integrantes de la etnia tutsi, con el objetivo de realizar una limpieza de la población tutsi, no importando lo pobre o rico que fuera.
Francia había dado entrenamiento militar a los escuadrones de la muerte que se harían, lamentablemente famosos, y se les denominaba Interahamwe (los que matan juntos).
Los hutus radicales montaron la llamada Operación Golondrina, que consistía en matar a machete a todos los tutsis que habían censado en su territorio y la oportunidad se dio en abril de 1994, cuando el avión donde viajaba el presidente hutu fue derribado a su regreso a Kigali de una cumbre de estados africanos.
Esa misma noche el jefe de la Guardia Presidencial, coronel Sagatwa, dio la orden de iniciar la Operación Golondrina, los escuadrones de la muerte se dirigieron a los lugares donde residían los tutsis para matar indiscrimidamente a todos los integrantes de esa etnia.
Mientras ocurría la matanza, la Radio de las Mil Colinas, voz oficial del gobierno rwandés, transmitía consignas instigando al genocidio.
Al terminar el mes, entre ochocientos mil y un millón de muertos cubrían las calles y campos de Rwanda.
VIMOS LAS CONSECUENCIAS DEL HORROR
Visitamos Rwanda unos años después de que ocurrieron estos hechos, el gobierno encabezado por el presidente tutsi Paul Kagame, intentaba recuperar el país después del genocidio.
El único monumento que existía en Kigali era el museo que recordaba a los cientos de miles de muertos de la Operación Golondrina.
La iglesia Nyamata, ubicada a 30 kilómetros de la capital, ha sido mantenida como un monumento de recordación de la barbarie; bajo su techo mas de cinco mil tutsis resultaron muertos por los machetes de los Interahamwe.
Recordamos el silencio pesado, casi de luto de toda la ciudad, y la cara de tristeza de sus habitantes.
Un lugar diferente a otros lugares de Africa, no se escuchaba ruido, ni música, ni personas vendiendo en la calle; un silencio que parecía ser parte de un gran cementerio colectivo.
Publicidad