A los repatriados los trajeron en un avión fletado por las autoridades norteamericanas escoltados por siete agentes federales y en el aeropuerto de Las Américas fueron entregados a funcionarios de la Dirección de Migración y oficiales de otros organismos.
Los criollos cumplieron condenas por tráfico de drogas, asesinatos, falsificación de documentos, fraudes, violaciones sexuales, secuestros y otros delitos.
Desde el Aeropuerto Internacional Las Américas fueron trasladados a la oficina de Migración, en el Centro de Los Héroes, donde son depurados, fichados y luego enviados a otras instancias como Policía y DNCD.
De acuerdo a los datos estadísticos, de esa cantidad de repatriados en el presente año, 492 estaban condenados por tráfico de drogas y se estaban en cárceles de Nueva York, Miami, Los Angeles, California, Filadelfia, Massachussets y otros lugares de Estados Unidos.
Algunos de ellos cumplieron condenas oscilantes entre los ocho, diez y hasta quince años de prisión, de acuerdo a los informes de las autoridades norteamericanas.
Muchos de los repatriados se quejan de los supuestos maltratos que reciben en las cárceles, especialmente en Nueva York, Boston y Miami, por parte de los funcionarios de los recintos.
Dicen que aparte de que los alimentos que les suministran en las cárceles, carecen de condimentos, muchos no son sacados al sol y que nunca reciben visitas de funcionarios consulares para que se empapen de la situación por la que pasan.