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PARTIDOS POLÍTICOS

humberto salazar POR HUMBERTO SALAZAR.-

El capitalismo como sistema económico comenzó su desarrollo e implantación entre los siglos XVII y XVIII, a partir del desarrollo de los burgos y sustitución de las monarquías europeas.

Para acompañar esta forma de interacción económica se construyó a su vez un sistema político que diera participación a las nuevas clases de propietarios de todo tipo que comenzaron a poblar las ciudades.

Al sistema político ideado como sostén se le llamó democracia, como lo denominaron siglos antes los griegos, que con los matices propios de cada estado nación comenzó a diseminarse a través del mundo capitalista.

Tres acontecimientos históricos se sucedieron para que la democracia se convirtiera en el sistema político que es hoy; la llamada ¨revolución gloriosa¨de Inglaterra (creó la primera democracia parlamentaria conocida), la revolución que creó los Estados Unidos en 1776 (creo el primer sistema con un presidente) y la revolución francesa de 1789 (que decapitó la mayoría de las testas coronadas de Europa).

A partir de asumir la participación popular como necesaria para la definición de quien o quienes iban a ejercer las tareas de gobierno, surgen los partidos políticos, que son vehículos de expresión popular electoral.

Un partido político, por definición, es una asociación de individuos con una visión, principios, objetivos y sentimientos comunes; que asumen la misión de asociarse para convencer a otros de sus metas y propuestas de mejorar el bienestar colectivo a partir de asumir el control del gobierno con una mayoría electoral.

De la definición se desprende que este tipo de asociación debe estar alineada con el desarrollo de la sociedad donde ejerce su función intermediaria.

PARTIDOS POLITICOS DOMINICANOS

En el tema particular de la República Dominicana, el sistema de partidos políticos tiene un origen defectuoso por la arritmia histórica que significó la dictadura de 30 años que ocupó como forma de gobierno gran parte del siglo XX.

El caciquismo, una forma de régimen feudal tardío, de fines del siglo XIX y principios del siglo XX  fue sustituido por un sistema de gobierno dictatorial que impidió el desarrollo de una clase burguesa y el consiguiente desarrollo capitalista necesario para una democracia estable.

Por definición, el sistema de gobierno llamado democrático acompaña al sistema económico capitalista, cosa que no ocurrió en nuestro país, donde Trujillo, como bien lo define el historiador Euclides Gutierrez, era un monarca sin corona, asemejando el sistema de gobierno que implantó con un reinado medieval.

Al finalizar la dictadura entonces, no existía en el país la base social organizada para construir una democracia y esta se construye sobre soportes personales, que es lo caracteriza hasta hoy a nuestro sistema de partidos políticos.

La sustitución de la autocracia individual implantada por Trujillo, produce una autocracia colectiva, con partidos políticos unidos a partir de adherencias personales antes que a ideales colectivos.

El PRD, encabezado por Juan Bosch, trató en principio de implantar los postulados teóricos de la democracia pero fracasó estrepitosamente, pues el lenguaje no lo entendía una sociedad rural e iletrada, acostumbrada a los caciques y a las ordenes antes que a una participación igualitaria en las grandes decisiones nacionales.

No hay dudas que nuestros partidos políticos principales nacieron con los defectos propios de la sociedad que les dio origen, por lo que fueron caudillistas y absolutistas, manteniendo hasta el día de hoy un culto a la personalidad que trasciende a sus fundadores.

FALLAS DE ORIGEN

A nadie se le ocurriría esperar que un árbol de manzanas de como fruto naranjas, es posible que quien esto espere, sea tildado de iluso o quizás de no estar en sus cabales.

Pues un sistema de partidos políticos formado en el caudillismo y absolutismo, podría justificarse en el grado de desarrollo de nuestra sociedad, tampoco puede construir una democracia desarrollada.

Si los partidos son asociaciones de seres humanos con metas e ideas comunes, entonces esas personas deben tener en como referencia todo una conjunto de ideas que los una para lograr los objetivos colectivos que se tracen.

En nuestro caso, por el origen caudillista de nuestros partidos políticos, el ascenso dirigencial no se produjo por la selección natural de los mas aptos, sino por los que tenían acceso a los caudillos o poseían la mayor dosis de genuflexión y servilismo para con los que los rodeaban.

A partir de la muerte de los líderes que conformaron nuestro sistema de partidos políticos, el intento de supervivencia de los cortesanos ha impedido el desarrollo democrático dentro de los que fueron los principales partidos del sistema hasta la dedada de los 90, el PRD y el PRSC.

Asi como no es posible que un árbol manzanas produzca naranjas, no será posible desarrollar una democracia interna dentro de esos partidos sin personalidades que posean una cultura democrática, es decir la posibilidad es prácticamente nula sin trascender toda una generación acostumbrada al autoritarismo y a las practicas antidemocráticas.

LOS CASOS DEL PRD Y EL PRSC

Cuando analizamos la vida interna de estos partidos, sobretodo en los últimos años de vida de sus líderes, Joaquin Balaguer y Jose francisco Peña Gómez, vemos diferencias fundamentales.

Balaguer era el paradigma de la decisión personal, su formación política, y sobretodo el conocimiento profundo de la sicología de los dominicanos, lo hicieron entender que una gran dosis de autoritarismo y absolutismo, eran necesarias para sobrevivir en la política dominicana.

Actuó hasta el final de sus días, como la suprema corte del PRSC.

Todas las decisiones dentro del partido que formó, dependían de su voluntad omnímoda, situación que, a nuestro juicio, derivó en la formación de toda una generación de minusválidos políticos, que por falta de oportunidades y formación dentro de una escuela autoritarista,  no han sido capaces de dar continuidad al partido que debería representar a los conservadores dominicanos.

Peña Gómez por el contrario, era el summun del populismo mas pernicioso y desordenado.

Este, al contrario, quería dar espacio a todos dentro del PRD, al  que convirtió en un ascensor social para los menos aptos de la sociedad dominicana.

Fue capaz de dividir los períodos de gobierno municipal y congresual por la mitad, el famoso 2 y 2, para saciar la sed de participación de la baja pequeña burguesía pobre y muy pobre que le rodeaba.

Dio calidad dirigencial a personas cuasi analfabetas, y construyó, con la llamada formula café con leche (Peña e Hipólito), la base electoral que daría origen a uno de los periodos mas funestos de la historia dominicana.

El PRD en el dia de hoy, fruto de los desaciertos y falta de visión política de Peña Gómez, es un archipiélago de apetencias personales antes que un partido político.

 Al PLD le toca lo suyo, será el próximo sábado.

 pelayosalazar@hotmail.com

(para comunicarse con el autor)

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